Casi todo el mundo tropieza con situaciones colmadas de estorbos y desalientos en el andar de su vida.
Las personas negativas, que se niegan la posibilidad de mejorar, piensan en eso al levantarse, al acostarse y a todas horas, esa es su vida. Ponen su habitación mental (donde se encuentran sus recuerdos y pensamientos) en ese nido de hormigas que se llaman los pensamientos tristes y negativos. Eso es como si le pusiéramos arena al carburador de nuestro carro. ¿Cómo quiere marchar bien?
Los pensamientos y recuerdos negativos producen un desgaste innecesario ya que no nos llevan hacia adelante, dañan nuestro motor mental, y nos traen complejos de inferioridad y frustración.
En cambio si somos personas positivas buscamos, a cada momento, pensamientos que nos devuelven la confianza y nos lleven a procurar recordar solamente experiencias placenteras y buenas.
Esto nos aumenta la salud de del cuerpo y nos llena de ánimo y alegría.
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