martes, 29 de noviembre de 2011

¿QUÉ ES SER LIBRE?

La libertad es ser quien somos y no lo que los demás esperan que nosotros seamos. Incluye nuestra libertad de decidir dónde queremos estar en cada momento.


Libertad es pensar lo que pensamos, y sentir lo que sentimos y no necesariamente lo que deberíamos sentir, o lo que otros hubieran sentido, o lo que esperan que nosotros sintamos.

Libertad es correr los riesgos que nosotros decidamos correr, siempre y cuando estemos dispuestos a afrontar por nosotros mismos los costos de dicho riesgo.

Libertad es salir al mundo a buscar lo que creemos que necesitamos, en lugar de vivir esperando que otro nos dé el permiso para conseguirlo. Poco para agregar, que no esté dicho…Tenemos el don y el derecho a la libertad… Libertad de pensar, de sentir, de expresarnos, libertad de elegir.

De elegir lo que pensaremos, lo que sentiremos. Sí, podemos elegir lo que sentimos también. A veces no podemos elegir lo que nos pasa, pero podemos elegir qué hacemos con eso.

La sensación de libertad, como cualquier otra, es intransferible, pero los invito a que respiren hondo, todo el aire está para ustedes, miren el cielo, enorme, imponente…, todo para ustedes…, son  libres.

Aún si estamos en la oficina, o haciendo algo que no nos gusta, estamos ELIGIENDO, estamos haciendo uso de nuestra libertad.

Piénsenlo. Se siente distinto cuando tomamos conciencia de que todo lo que nos pasa es el fruto de nuestras elecciones.

Los problemas que tenemos hoy no pueden ser resueltos, si pensamos de la misma manera que cuando los creamos.

“Fallar es temporal, rendirse es permanente”.

lunes, 28 de noviembre de 2011

TOMÉMONOS TIEMPO

Tomémonos tiempo para trabajar: es el precio del éxito.


Tomémonos tiempo para pensar: es la fuente de poder.

Tomémonos tiempo para jugar: es el secreto de la juventud permanente.

Tomémonos tiempo para leer: es la fuente de la sabiduría.

Tomémonos tiempo para ser amistoso: es el camino a la felicidad.

Tomémonos tiempo para soñar: es unir tu carro a una estrella.

Tomémonos tiempo para amar y ser amado: es el privilegio del ser humano.

Tomémonos tiempo para mirar a nuestro alrededor: el día es muy corto para ser egoísta.

Tomémonos tiempo para reír: es la música del alma.

Tomémonos tiempo para Dios: es la única inversión perdurable en la vida.

viernes, 25 de noviembre de 2011

ÚNICAMENTE POR HOY

Únicamente por hoy, seremos felices. Esto supone que es verdad lo que dijo Abraham Lincoln: “La mayoría de las personas son felices cuando deciden serlo”. La felicidad es algo interior: no es asunto de afuera.


Únicamente por hoy, trataremos de ajustarnos a lo que es y no trataremos de ajustar todas las cosas a nuestros propios deseos. Aceptaremos nuestra familia, nuestros negocios y nuestra suerte como son y procuraremos encajar en todo ello.

Únicamente por hoy, trataremos de vigorizar nuestro espíritu. Aprenderemos algo útil. No seremos unos haraganes mentales. Leeremos algo que requiera esfuerzo, meditación y concentración.

Únicamente por hoy, ejercitaremos nuestra alma de tres modos. Haremos a alguien, algún bien sin que él lo descubra. Y haremos dos cosas que no nos agrada hacer, sólo como dice William James, por ejercitarme.

Únicamente por hoy, seremos agradables, tendremos el mejor aspecto que podamos, nos vestiremos con la mayor corrección a nuestro alcance. Hablaremos en voz baja, nos mostraremos corteses. Seremos generosos en la alabanza, no criticaremos a nadie, no encontraremos defectos en nada y no intentaremos dirigir o enmendar la vida del prójimo.

Únicamente por hoy, trataremos de vivir únicamente este día sin abordar a la vez todo el problema de la vida. Podemos hacer en doce horas, cosas que nos espantarían si tuviéramos que mantenerlas durante una vida eterna.

Únicamente por hoy, tendremos un programa. Consignaremos por escrito lo que esperamos hacer cada hora. Puede que no sigamos exactamente el programa, pero lo tendremos. Eliminaremos dos plagas, la prisa y la indecisión.

Únicamente por hoy, tendremos media hora tranquila, de soledad y descanso. En esta media hora pensaremos a veces en Dios, a fin de conseguir una mayor perspectiva para mi vida.

Únicamente por hoy, no tendremos miedo y especialmente no tendremos miedo de ser felices, de disfrutar lo bello, de amar y de creer que los que amamos, nos aman.
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Es probable que el “Únicamente por hoy” se convierta en una práctica que no podamos abandonar, y entonces, de manera sencilla, habremos conseguido la plenitud humana tan buscada.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

CAMBIEMOS DE HÁBITO.

Estemos dispuestos a redefinirnos cada día.


Advirtamos cuando caigamos en viejos hábitos y creencias, y detengámonos tan pronto como nos demos cuenta.

Aceptemos la responsabilidad total de cada respuesta y sentimiento que tengamos, no culpemos de ellos a nadie ni a nada.

Consideremos al mundo como un espejo que refleja lo que es en este instante.

Recibamos todo lo que está tratando de llegar a nosotros.

Los mensajes están por todas partes. No tenemos que planear con detalle nuestro siguiente paso, éste aparecerá en el momento correcto. Pues sabemos que el tiempo de Dios es perfecto.

No actuemos ni tomemos decisiones cuando nos sintamos inseguros. Practiquemos la paciencia hasta que nos sintamos convencidos.

Asumamos que Dios tiene puesta su atención en nosotros.

domingo, 20 de noviembre de 2011

VIVIR POR LAS SITE VIRTUDES. TERCERA PARTE


TEMPLANZA, VIRTUD QUE DOBLEGA LOS EXCESOS


Templanza, para la doctrina cristiana, es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados y compartidos. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar “para seguir la pasión de su corazón”. La templanza es a menudo alabada en el Antiguo Testamento: “No vayas detrás de tus pasiones, tus deseos refrena”. En el Nuevo Testamento es llamada “moderación’ o ‘sobriedad”, tal como se afirma en la Carta Paulina “(debemos) vivir con moderación, justicia y piedad en el siglo presente” (Tt 2, 12). Viene de la palabra templo, y nos lleva a considerar nuestro cuerpo como un templo y en resumen significa moderación de los actos de los creyentes.

Es la lucha racional, contra la lucha pasional de los placeres humanos no espirituales. Pero la palabra implica una balanza positiva, tener templanza es ser equilibrado.

La tendencia natural hacia el placer sensible que se observa en la comida, la bebida y el deleite sexual es la forma de manifestación y el reflejo de fuerzas naturales muy potentes que actúan en la propia conservación.

Estas energías vitales representan la actividad de la vida y, cuando se desordenan, se convierten en energías destructoras.

La templanza no significa perdida de entrega, se reconoce como una virtud.

La templanza o dominio propio, la tercera de las Siete Virtudes Capitales, se define como "aquello sobrenatural que modera la inclinación a los placeres sensibles, especialmente del tacto y del gusto, conteniéndola dentro de los límites de la razón iluminada por la fe. Esta virtud pudiera constituirse en la decana de todas las demás. Sin en el ejercicio de ella, la vida no sería más que una apariencia piadosa. Y es que al tratar de ponerle linderos a nuestros propios impulsos, esta virtud se encuentra con un gran gigante que no está dispuesto a ceder tan fácilmente su control; estamos hablando de nuestro propio YO, nuestro EGO. De este modo, la templanza lucha contra las incontroladas tendencias del carácter y de la naturaleza carnal, tales como: el egoísmo, la vanagloria, el orgullo y el desenfreno en los apetitos temporales. Un sinónimo muy cercano a la templanza es la continencia. Esta es la virtud que modera y refrena las pasiones y afectos del ánimo. La persona que la practica vivirá con sobriedad y templanza. En una sociedad que abre cada vez más sus puertas al relativismo moderno, donde a lo bueno se le dice malo y a lo malo bueno, la templanza se convierte en un campo de batalla cotidiana para no ceder ante tanta permisología, Y es que ejercer el dominio propio con tanto acoso, con tanto bombardeo publicitario, pareciera ser un desafío que pertenece a pocos valientes. Los que hacen de esta virtud su lema se elevan sobre las alas del éxito.

"El hombre más poderoso es el que es dueño de si mismo. Reinar sobre sí mismo es el reinado más glorioso". Y la verdad es que si no somos dueños de nuestro carácter, y ejercitamos autoridad sobre aquellos apetitos desordenados que batallan en nuestra mente, otros "dueños y gobiernos" ocuparán la ciudadela del alma. Sobre este particular nunca había sido tan oportuno y bienvenido el proverbio que sentencia, "mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el toma una ciudad" (Proverbios 16:32). El ejercicio de la templanza tiene, pues, un valor capital. Lo tiene en la formación del carácter. Hay una tendencia muy marcada a reaccionar con ciertos arrebatos y rabietas cuando algo no nos agrada o cuando alguien nos arremete o nos agrede. El levantar la voz, el decir palabras hirientes, el ofender con obscenidades y el llegar hasta la violencia física, son los escenarios donde no impera la templanza. Pero también tiene valor para el desvarío de los deseos de la carne. La falta de dominio propio en lo que comemos, en lo que vemos y en lo que tocamos nos puede conducir a disoluciones que terminarán dejando una conciencia culpable, efectos secundarios en el cuerpo y dolor en los ofendidos.

Sin embargo, y contrario a lo arriba expuesto, la templanza está muy unida a los éxitos de la vida. El hombre que sabe controlarse frente a una palabra exacerbada forma parte de los que saben que la "blanda respuesta quita la ira". El que logra estar firme frente al acoso de una tentación constante será invitado a subir al podio donde se premia la abstinencia. Hay un hombre en la historia bíblica que encarnó el valor de la templanza. Tal ejemplo no fue obtenido en el seno de su familia pues lo menos que vio allí, tanto en su padre como en sus hermanos, fue una vida circunspecta. Su nombre fue José. Vendido por sus hermanos a los amalecitas y por ellos a Potifar, un oficial Egipcio. Por sus cualidades éticas se constituyó en un hombre fuera de serie para su tiempo. Él despertó tan singular confianza en su amo que éste lo puso como mayordomo de todas sus pertenencias. Pero la mujer de Potifar, sabiendo que José era de hermosa presencia, lo acosaba siempre, y un día lo acosó para acostarse con él, pero éste huyó dejando en sus manos la ropa. Esa actitud lo llevó a la cárcel, pero también a su grandeza. Dios honró su templanza levantándolo como el más grande después del faraón. La pregunta que le hizo a la mujer tentadora, que demostró su dominio propio, es digna de ser vivida: "¿cómo, pues, haría yo este gran mal, y pecaría contra Dios?" (Génesis 39:9-12).

martes, 15 de noviembre de 2011

VIVIR POR LAS SIETE VIRTUDES. SEGUNDA PARTE

“AMAR ES ESPERAR, LA CASTIDAD”


Este fue el slogan que se uso en los años noventa en una gran campaña a nivel mundial y muy particularmente en América Latina, cuyo propósito fue la de preservarse puros sexualmente hasta el momento del matrimonio. Durante esta campaña unos cuantos millares de jóvenes se comprometieron bajo una sola consigna a permanecer castos para su futura pareja. El énfasis principal de la campaña fue el de enseñar a los muchachos y las jovencitas el plan para el buen uso de la sexualidad humana. La verdad que se quiso revelar fue que el sexo es un hermoso regalo, para el cual Dios nos dio unos parámetros de comportamiento los cuales, aplicados de una manera consciente, apuntan a la felicidad del individuo y al respeto propio y hacia los demás. Por supuesto que esta noticia no solo impactó al mundo por esa extraña resolución y ese pacto de integridad, sino a la misma sociedad latinoamericana que ha sucumbido en un libertinaje sexual. Esto pudo haber sonado como una decisión juvenil puritana toda vez que en las mismas escuelas, colegios y a través de la TV, hay un bombardeo constante de “educar” al joven con los mejores preservativos (condones) para que no tenga riesgo al momento de consumar la relación sexual previo al acto del matrimonio, o mediante la uilización de las pastillas anticoncetivas para las jovencitas. De modo que la determinación de conservarse puro, sea esto antes o durante el matrimonio, pareciera ser el milagro de este siglo. Una juventud que decida guardarse en castidad pareciera ser un espécimen raro en esta sociedad permisiva, podrían ser considerados un verdadero milagro.

Con esto quiero señalar que la castidad, la segunda de las Siete Virtudes Capitales que DESDE EL TINTERO les entrega, requiere del más resuelto dominio propio para mantenerla. Su tarea es la de promover la delicadeza moral, así como la pureza de pensamientos y actos, refrenando las pasiones carnales. “Gracias a la castidad, el alma respira aire puro en los ambientes más corrompidos”. Y, ¿quién pone en duda ésta verdad? Todos estamos conscientes que los “dardos de fuego del maligno” apuntan cada día hacia la destrucción de nuestros más estimados valores. La mente llega ha atiborrarse de tantas imágenes sensuales, provenientes de todas partes, que si no hay una firmeza de carácter y una fortaleza del espíritu se puede caer en cada trampa de los deseos sexuales antes o fuera del matrimonio. El mundo de la pornografía, como la fuente de donde se alimenta la lujuria, se ha hecho tan explícito a la vista que la lucha por mantenerse íntegro resulta una verdadera proeza, una meta inalcanzable.

Y en esto es bueno decir que la castidad no es sólo abstinencia de los apetitos sexuales. La práctica de ésta virtud plantea una auténtica batalla que debe vencerse primero en la mente y luego en la voluntad. Los diferentes pecados sexuales que se manifiestan en todo tipo de fornicación, infidelidad, hasta aquellos que rompen con el sexo planificado entre un hombre y una mujer (homosexualismo), buscan primero asaltar la fortaleza del alma, y a través de una alimentación cotidiana de malos pensamientos, destruir la vida dejando una conciencia culpable. Jesucristo, nuestro modelo a seguir para toda norma ética, moral y espiritual, comprobó que la limpieza del alma tiene mucho que ver con la conquista de los pensamientos. Por ejemplo, la ley prohibía el adulterio y señalaba un severo castigo a los transgresores. Pero cuando Cristo vino le dio una nueva aplicación; así dijo: Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” (Mateo 5: 27,28) Según esto, la pureza sexual comienza en mi propia mente.

Hay una palabra que debe ser dicha en todo esto. Por cuanto ésta virtud plantea el desafío de una vida abstemia para mejores fines, y por cuando somos seriamente confrontados a ceder a todo tipo de tentación, requerimos hacer en esta parte el más grande esfuerzo para no acarrearle a nuestra vida y a la de quienes nos rodean, una ruina con secuelas irreparables. “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno." (Mateo 5:29,30). Esto debe ser analizado con un poco más de profundidad que la propia letra, pues en el fondo lo que se quiso exponer, a mi entender, es que las flaquezas de nuestro cuerpo son las causantes de las faltas a la aplicación simple y pura de esta gran virtud.

sábado, 12 de noviembre de 2011

VIVIR POR LAS SIETE VIRTUDES. PRIMERA PARTE


LA HUMILDAD DESALOJA LA SOBERBIA


Humildad es la característica que define a una persona modesta, alguien que no se cree mejor o más importante que los demás en ningún aspecto. Es la ausencia de soberbia.
El término deriva del latín humilis, que se traduce no solamente como humildad sino también como bajo o de la tierra y humus, ya que en el pasado se pensaba que las emociones, deseos y depresiones eran causadas por irregularidades en las masas de agua. Debido a que el concepto alberga un sentido intrínseco, se enfatiza en el caso de algunas prácticas éticas y religiosas donde la noción se hace más precisa.

La humildad hace a una persona más cándida, más accesible y con quien se puede llevar mejor en una relación personal. Esto mismo no dice de una persona soberbia quien por su propio altivez, vive para sí misma y cierra las puertas para asociarse con aquellos a quienes considera de menor cuantía, al compararse con ella.

Antes de describir las bondades de ésta magnánima virtud otorga, valdría la pena hacer alguna acotación sobre lo que ella no es de acuerdo al dictamen que algunos entendidos han hecho de ella. Por un lado, la humildad no tiene la misión de hacernos sentir despreciados, ni que tengamos una pobre opinión de nuestras habilidades. No es su propósito revelarnos que somos los seres más miserables del planeta. No se trata de auto-afligirse y decir “no soy nadie, o soy bueno para nada”. Por otra parte, son muchas las personas con gracia que piensan que humildad equivale a mujeres bonitas tratando de creer que son feas, o personas inteligentes tratando de creer que son tontas. Debería separarse la idea que la humildad nada tiene que ver con esa absurda simulación de la falta de cualidades. Pero la humildad, contrario a estas opiniones, nos hace conocer los límites de nuestras fuerzas, nos revela los errores que tenemos para poder corregirlos, nos mueve a aprovechar el consejo dado por otros y seguir el ejemplo de los buenos, nos hace sentir muy nuestras las necesidades y miserias ajenas y, sobre todo, nos hace vivir con transparencia delante de Dios y las demás personas, que no miran nuestra apariencia sino las verdaderas motivaciones del corazón, porque "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Santiago 4: 6)

Se cuenta que Benjamín Franklin, uno de los más grandes estadistas que ha tenido Norteamérica, redactó una lista de las cualidades del carácter que quería él desarrollar en su propia vida. Cada vez que sentía que había dominado una virtud entonces pasaba a la siguiente. Esta prueba la hizo muy bien, hasta que le tocó enfrentar a la humildad. Su frustración comenzó cuando al darse cuenta que estaba haciendo significativos progresos se agradaba tanto de sí mismo que se enorgullecía, craso error. Y esto es lo que sucede con esta virtud. No es tan difícil decir "tengo paciencia, fe, amor, bondad...", pero son muy pocos los que pueden decir "soy una persona humilde". Porque esta cualidad (Virtud Nº 1 en mis entregas) no es para ser divulgada o expresa a viva voz, sino para ser reflejada y demostrada. Sólo un hombre ha podido decir esto de sí sismo sin que su declaración haya reflejado soberbia. Su nombre es Jesucristo, y su legado a sus discípulos ha sido ese: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón". ¿Quién puede decir lo contrario del hombre que encarnó con su vida el más grande ejemplo de humildad para sus seguidores? Todo aquel que se considere su discípulo no podrá soslayar esta virtud, es totalmente imposible.

Es obvio que la humildad y la soberbia no pueden convivir en la misma habitación. Se da por un hecho que la humildad es como si se encendiera una luz en medio de la oscuridad. En la medida que ella va siendo parte de la vida, la soberbia se va desalojando. Y cuando eso ocurre damos lugar a la más grande bendición para la vida, “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu humilde y para vivificar el corazón de los quebrantados”. Isaías 57:15.

La humildad en la filosofía

Kant se encuentra entre los primeros filósofos con una concepción de la humildad como meta-actitud que proporciona al agente la perspectiva apropiada a la moral. La noción de Kant es la humildad como virtud central en la vida.

Mahatma Gandhi sugiere que la verdad sin humildad es corrupta y deviene en caricatura arrogante de la verdad. La humildad es una virtud central en el taoísmo. La frase siguiente describe como debería entenderlo una persona de acuerdo a las enseñanzas del Tao Te Ching (77.4): Una persona sabia actúa sin proclamar sus resultados. Archiva sus méritos y no se queda arrogantemente en ellos, no desea demostrar su "superioridad" ante los demás.

Finalmente, Nietzsche escribió sobre la humildad como una debilidad, una falsa virtud que escondía las decepciones en su interior.

Espero que puedan con lo expresado tener un mejor entendimiento de los que es la HUMILDAD, la primera de las SIETE VIRTUDES que puede llevarnos a llevar una mejor vida personal y con el mundo que nos rodea.
Se les quiere y aprecia a todos, y reciban un diluvio de bendiciones.

martes, 8 de noviembre de 2011

LOS DESEOS HAY QUE CUMPLIRLOS.

Siempre que salgamos al aire libre, retraído el mentón, y erguida la cabeza, llenemos los pulmones de aire hasta donde nos sea posible. Bebamos el sol. Saludemos a nuestros amigos con una sincera sonrisa y en cada apretón de manos, pongamos el alma.


No temamos ser mal comprendido y no desperdiciemos un solo minuto en pensar en nuestros enemigos. Busquemos la forma de determinar firmemente la idea de lo que deseamos hacer, y entonces, vayamos directamente hacia la meta.

Mantengamos fija su atención en las cosas grandes y esplendidas que nos gustaría hacer, ya que a medida que pasen los días, observaremos que, inconscientemente, aprovechamos todas las oportunidades requeridas para el cumplimiento de nuestro deseo.

Fijemos la idea de la persona capaz, dinámica, útil que desea ser, y esa idea nos transformara hora tras hora en esa persona. Supremo es el pensamiento. Observemos la actitud mental adecuada: la actitud del valor, la franqueza y el buen talante.

Pensar bien es crear: Todas y cada una de las cosas se realizamos a través del deseo y todas las plegarias sinceras tienen respuesta.

Llegamos a identificarnos con las ideas que se fijan en nuestros corazones. Así, pues, retraigamos el mentón, yergamos nuestra cabeza: todos somos dioses en estado de crisálida.

lunes, 7 de noviembre de 2011

EL MOMENTO PRECISO

Para mantenerse en la plenitud ¡cuanto mejor detenerse a tiempo!


Si continuamos afilando y usando la espada, no durara mucho tiempo su filo.

Si llenamos nuestra casa de oro y jade, no podremos protegerla continuamente.

Si acumulamos riquezas y honores, solo cosecharemos calamidades.

Esta es la ley del Cielo, ¡Retirémonos una vez realizada nuestra labor!

domingo, 6 de noviembre de 2011

EL VALOR DE LAS PENALIDADES

Hoy se que lo mas valioso de mi vida han sido sus penalidades. La brega por salir adelante y progrsar creo fuerzas en mi de incalculable utilidad.


Quien ha vencido tantos obstáculos, se siente superior a la adversidad; se acostumbra a ver a las dificultades más bien como estímulos que como trabas.

Luchar, vencerse a sí mismo y vencer a las circunstancias hostiles, hacen del hombre que lo es, y debe obligarle al mundo a darle lo que quiere.

Siempre ha habido hombres que han hecho eso; que, resistiéndose a darse por vencidos, han creado todas las cosas valiosas de las que hoy disfrutamos.

LAS 10 CAUSAS MAS COMUNES DE PROBLEMAS DE PAREJA.

Podríamos encontrar mejores o peores vínculos, pero lo que es seguro es que la pareja perfecta no existe (Los príncipes y princesas azules solo existen en los cuentos de hadas). Donde hay dos personas conviviendo va a haber diferentes opiniones y en algún momento se va a generar un conflicto. Sería raro que no ocurriera. Algunos discutirán de manera más pacífica y otros, más impulsiva; pero las temáticas siempre aparecen.


Hace un tiempo, el sitio Match.com publicó una encuesta acerca de este tema, en el que opinaban 950 usuarios. Aunque coincido con varios de los puntos del resultado, hay otros que me parece que deberían estar presentes. Por eso, me atreví a crear mi propia lista de peleas de las parejas:
1.     Celos: Este ítem debería incluir la fidelidad, que es la gran culpable de generarlos. Tan antiguos como el hombre, los celos no siempre tienen fundamentos reales pero han provocado, provocan y seguirán provocando por mucho tiempo varias de las más fuertes discusiones en las parejas. Me carcome una duda: ¿será la infidelidad o la monogamia la gran responsable de que existan los celos? Todo depende con el cristal que se mire.

2.     Dinero: “Bien me quieres, bien te quiero, no me toques el dinero”, reza un refrán. El vil y cochino dinero es el que pone a prueba la generosidad de cada individuo. Por eso ha sido causal de muchas separaciones. Varias veces las cuestiones “machistas” son las que originan muchos de los conflictos. No hay fórmulas perfectas respecto de cuál es la mejor manera de manejar este tema. Cada pareja tendrá el método que más le convenga, pero lo cierto es que para muchos cuesta bastante ponerse de acuerdo. Por lo general, en la pareja siempre hay alguno que gana más que el otro cuando ambos trabajan. Pero en mi opinión es que eso no tiene importancia; para tener un proyecto en común es necesario unirse para tirar del mismo carro o remar para el mismo lado.

3.     Terceros (la suegra o los amigos): Sea quien fuera, si hay otro siempre metido en el medio seguramente habrá una pelea en puerta. Las suegras son unos de los terceros en discordia más habituales (gracias a Dios ese no es mi caso), ya sea que se presentan por parte de la mujer, del hombre o de ambos. Es que a veces aunque llegamos a adultos nos cuesta cortar los lazos con la persona que nos ha dado tanto afecto y terminamos mezclando lo imposible. Así sobrevienen los problemas. Sin embargo, a veces no es la suegra el motivo de pelea y si, en cambio, otro familiar o amigo que siempre está donde no lo llaman. No importa el vínculo pero los triángulos nunca suelen resultar.

4.     Trabajo: Si falta genera problemas; pero si hay mucho, también; debido a que no nos sentimos acompañados por nuestra pareja. Es muy habitual que los hombres se concentren tanto en sus empleos que dejen de lado a la familia. Ahí es cuando las mujeres se arrechan. ¿Existe el equilibrio ideal? No lo se.

5.     Tecnología (celular, computadora o Play): El mundo cambia y las nuevas tecnologías también interfieren en la vida marital. Reproches y molestias acerca de estar demasiado pendiente del teléfono o la computadora son cada vez más habituales. En especial, estos famosos telefonitos celulares (BB, IPhone, etc.) que generan adicción. Pero también ocasionan problemas por ser grandes delatores de la infidelidad. ¿Cuántos mails o mensajes de texto han sido causantes de divorcios?

6.     Los niños: Si tenerlos o no, la forma de educarlos, que falta más dinero, los inconvenientes de autoridad... son infinidades los conflictos importantes, y no tanto, que vienen de la mano de estos locos bajitos. Pero lo que es seguro es que ellos no son los culpables, sino nosotros los adultos.


7.     La cama: “Yo quiero siempre y tu nunca”, “Hoy estoy agotada”, “Me duele la cabeza”, “Tuve un día difícil en el trabajo”. Si existiera un botón o palanca para poner en sincronía con las ganas de hacer el amor, habría muchas menos guerras en el mundo y en los hogares. Pero en los momentos de discusión hay que pensar que peor sería tener ese costado de la cama vacío.

8.     Silueta: Las mujeres no pueden dejar de reconocer que son las fundadoras y grandes culpables de las riñas debido a este tema. La famosa pregunta: “¿estoy gorda?”, es disparadora de las peores disputas. Pero también las damas pronuncian otras frases matadoras como “Estás panzón o barrigón, es hora de dejar la cerveza”. De todos modos, la aparición de los metrosexuales ha nivelado en algunas parejas la culpa de este tipo de peleas entre hombres y mujeres (Un metrosexual es un hombre que siente una gran preocupación por su imagen y se caracteriza por gastar en cosméticos y ropa más a la moda).

9.     El control remoto: Es la lucha de poderes más representativa. No nos interesa que haya tres televisores. Lo importante es estar juntos e imponerle a la pareja lo que queremos ver. Lamentablemente, la mayoría de las veces terminan ganando los hombres.

10.  Ayuda hogareña: ¿Por qué la responsabilidad es sólo de las mujeres? Cuando los hombres de la casa, a la hora de ocuparse, tomen conciencia de que es también nuestra se van a terminar las peleas. Hemos heredado de nuestras madres frases como: “No dejes los zapatos en el medio de la sala”, “No hagas migas con el pan”, “Ordena tu ropa”. Y ahora nos encontramos repitiéndolas a menudo. Gracias a ello las mujeres se han creado la fama de rompedoras profesionales de sus partes íntimas. Pero… ¿cuál fue primero: la gallina o el huevo?
Sé que los lectores a esta altura de la nota deben estar esperando una conclusión. No la hay. O quizás haya alguna…: pueden cambiar las épocas y las modas pero la realidad es que los hombres y las mujeres siempre vamos a encontrar motivos para estar en desacuerdo. Sino la vida sería muy aburrida.

viernes, 4 de noviembre de 2011

DARNOS TIEMPO PARA CULTIVARNOS.

Mi querido y recordado padre KCHT me decía: “La gran línea divisoria entre el éxito y el fracaso se encierra en tres palabras: No tuve tiempo.”


En medio del frenético ritmo de la vida moderna nos parece con frecuencia, que los días no tuvieran horas suficientes para realizar nuestras aspiraciones y entonces renunciamos a ellas.

El mundo sin embargo, está lleno de personas que a fuerza de voluntad han encontrado la manera de destinar una hora diaria por lo menos a cultivar por sí mismas su facultad creadora. Es más, he observado que los individuos con mayor número de ocupaciones, suelen ser los que se arreglan para disponer diariamente de una hora para disfrutar de su soledad (yo aprendí y practico esto).

Quien dedique aunque solo sea una hora al día, a algún proyecto para el apasionante le estará destinando 365 horas al año. O sea, el equivalente de más de 45 jornadas de trabajo, de 8 horas diarias cada una.

Esto es como agregar un mes y medio de vida productiva a cada ano de nuestra existencia. Reconozco que no es cosa fácil.


Se necesita voluntad, primero para darse esa hora y para luego utilizarla sabiamente. Lo más importante es que nuestras horas de soledad, sean productivas y así puede serlo aunque a veces únicamente nos proporcione un sentimiento de bienestar.

jueves, 3 de noviembre de 2011

¿QUÉ ES MADUREZ?

Madurez es saber controlar la ira o solucionar las diferencias sin violencia, ni destrucción; significa paciencia. Es la libertad de rechazar un placer momentáneo en aras de una felicidad duradera.


Madurez es perseverancia y habilidad de llevar a cabo un proyecto a pesar de los obstáculos o descorazonantes fracasos. Es la capacidad de enfrentarse a las desgracias, frustraciones, molestias y derrotas sin lamentaciones ni colapsos.

Madurez es humildad; tener el valor de reconocer cuando se está equivocado o si la razón esta de nuestra parte no experimentar la satisfacción de decir: “Yo lo advertí”.

Madurez es tomar una decisión y sostenerla. La gente inmadura pasa sus vidas explorando posibilidades sin fin y terminan por no hacer nada positivo.

Madurez significa culminar con la palabra dada. Las personas que carecen de ella son maestras de las disculpas, son aquellas que viven confusas, que no saben cómo organizarse, sus vidas se convierten en larga cadena de promesas rotas, de amistades pasajeras, de negocios sin terminar y de buenas intenciones que nunca llegan a materializarse.

Madurez es el arte el vivir en paz con situaciones que no podemos cambiar o tener el valor de cambiarlas cuando las circunstancias así lo exigen.

Señor concédeme:
·         La serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar
·         El valor para cambiar aquellas de puedo
·         Y la sabiduría para conocer la diferencia.