El problema no está en si la vida es fácil o difícil, sino en cómo reaccionamos ante los obstáculos…
Si un día nos cierran una puerta, la solución no es rompernos la cabeza contra ella, sino preguntarnos si no habrá, al lado de ella y en la misma dirección, alguna otra puerta por la que podamos pasar.
En la vida hay que aceptar a veces salidas de emergencia, aunque nos obliguen a dar un pequeño rodeo. Procuremos, al mismo tiempo, tener siempre encendidas tres o cuatro ilusiones; así, si nos apagan una, aún tendremos otras de las cuales seguir viviendo.
Los ideales son intocables, las formas de realizarlos, no. Si alguien nos pone obstáculos a nuestros ideales, cambiemos la forma de realizarlos y, sigamos buscándolos.
Aprendamos en la vida a ser tercos y tenaces, pero no confundamos la tenacidad con la cabeza dura. No cedamos ni en nuestras ideas ni en nuestras convicciones, y no olvidemos que una verdad puede decirse de mil maneras y que no siempre vale la pena sufrir por ciertos modos de expresión.
Y cuando llegue una ola que sea más fuerte que nosotros agachémonos, dejémosla pasar, esperemos...Y luego, sigamos nadando.
así es,,hay que aprender a soltar las cosas y dejar esas ataduras a personas cosas y situaciones que nos retrasan la llegada de las bendiciones, no siempre lo que queremos es lo que mas nos conviene y debemos estar abiertos a los cambios y aceptar que el tiempo de Dios es perfecto y si no ha llegado lo que quieres es que o no te conviene o simplemente no estas todo lo maduro emocionalmente hablandopara recibirlo y sea de verdad una gran bendicion para ti y todos aquellos que te rodean
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