Cuando otro actúa de una manera poco adecuada decimos que tiene mal carácter; pero cuando nosotros lo hacemos, son los nervios.
Cuando otro se apega a sus métodos o a sus gustos es un obstinado; pero cuando nosotros lo hacemos, es firmeza.
Cuando a otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a nosotros no nos gusta su amigo, sencillamente mostramos ser un buen juez de la naturaleza humana.
Cuando otro hace las cosas con calma es una tortuga; pero cuando nosotros lo hacemos despacio, es porque nos gusta pensar bien las cosas.
Cuando otro encuentra defectos en las cosas es un maniático; pero cuando nosotros lo hacemos, es porque sabemos discernir.
Cuando otro tiene modales suaves es débil; pero cuando nosotros los tenemos, somos corteses.
Cuando otro se compra el automóvil del año es vanidad; pero cuando nosotros nos lo compramos, es necesidad.
Cuando a otro le da ira es pecado; pero cuando a nosotros nos da ira, es que “tu carácter es así”.
Cuando otro nos dice la verdad que no nos gusta es que no tiene amor; pero cuando nosotros lo hacemos, es que somos sinceros.
EVALUEMOS NUESTRA MANERA DE ACTUAR, OBSERVEMOS BIEN NUESTRO PROCEDER, RECORDEMOS NO JUZGAR PARA QUE NO SEAMOS JUZGADOS
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