¿Alguna vez has visto a los niños jugando o escuchando el chisporroteo de la lluvia cuando cae en el suelo?
¿Alguna vez has seguido a una mariposa en su errático vuelo a través de tu jardin? ¿O has observado al sol desvaneciéndose en el horizonte para dar entrada a la noche?
Mejor detente…
No bailes tan deprisa. El tiempo es corto. La música no durará.
Cuando te preguntas: ¿Quién soy?, ¿escuchas la respuesta?
¿Cuándo el día termina te recuestas en tu cama con cien coros corriendo por tu cabeza?
¿Alguna vez le has dicho a tu hijo: lo haremos mañana, y en tu apatía no has visto su tristeza aflorando en su rostro?
¿Alguna vez has perdido el tacto dejando morir a algún buen amigo porque no tuviste tiempo de llamar y decirle: “Hola…”?
Mejor detente…
Cuando corres demasiado rápido para llegar a alguna parte, te pierdes la mitad de la diversión de llegar allí.
Cuando te preocupas y te apuras durante el día es como un regalo sin abrir… tirado a la basura…
La vida no es una carrera, es una EXPERIENCIA.
Escucha la música antes de que la canción termine.
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