lunes, 27 de junio de 2011

DE VEZ EN CUANDO LEO LA BIBLIA. Reedición

Últimamente he estado leyendo la Biblia nuevamente y he encontrado mensajes espirituales que nunca hubiera podido entenderle a un sacerdote o a un pastor en la iglesia (cualquiera que frecuentase) cuando los dice en el servicio dominical, ya que mi disposición en aquel sitio (templo, iglesia, carpa, etc.) no es el mejor y creo que la interpretación de estos voceros tampoco es la mejor. Recuerdo haber leído en Evangelio de Lucas una parte que dice lo siguiente:

Se acercan unos fariseos a Jesús y le preguntan que ¿cuando vendrá el reino de los cielos o dónde se encuentra?,  y éste les contesta: "Lo tienen allí en frente, siempre ha estado aquí” (Lucas 17:20,21). Y luego unos leprosos vinieron a Jesús implorándole que los curara de aquella ceguera, Jesús los curo y todos salieron corriendo felices pero sólo uno se devolvió a dar gracias. Y dijo Jesús: "¿No eran diez los leprosos y sólo uno a
regresado a dar gracias? (Lucas 17:11,19).

Tal vez si lo escucháramos en un centro de congregación religioso sería la historia de siempre, Amén va y Aleluya viene, pero si tratamos ver el lado espiritual del asunto, notaremos una gran enseñanza. Permítanme mostrarles lo que aprendí:


Cuando Jesús les dice a estos Fariseos que el reino de Dios siempre ha estado aquí, se refiere a que el reino de Dios no es algo físico como un ejército o un castillo lleno de riquezas, oro y otras tantas cosas más. "El reino de Dios" es realmente mirar las cosas que nos rodean de un modo diferente. Supongamos lo siguiente, si tenemos un árbol cerca salgamos y observémoslo. Ahora que hemos vuelto, contestemos la siguiente pregunta: ¿Qué sentimos?!!! Nada, diríamos casi todos. ¿Cierto? En este momento tratemos de imaginar a una persona ciega que sale y por primera vez en su vida observa un árbol y es aquel mismo que nosotros acabamos de observar. Les aseguro que quedará extasiado ante la belleza del mismo.

Esta historia es similar a la de la Biblia. El reino de Dios existe, es real y esta aquí, tenemos que encontrarlo. ¿Cómo? cambiando nuestra forma de ver a las personas, al mundo y las cosas que se encuentran en él.

Además para conservar esa visión del reino de Dios debemos tener un corazón agradecido, nosotros no somos ciegos, nosotros podemos ver, y ¿cuántas veces se lo hemos agradecido a Dios? y así mismo les puedo enumerar una gran cantidad de cosas que Dios nos ha dado y nosotros no estamos agradecidos con ellas. Aquel que es agradecido nunca podrá estar triste porque siempre tendrá algo bueno en su corazón, Siempre, óigase bien siempre, demos gracias a Dios (Recuerdan lo que escribí con respecto al pequeño cuarto en el cielo, el de Confirmación de Recibido en la nota SUEÑO CON LOS ÁNGELES*).
¿Que tipo de mensaje es este, de amor?, ¿Espiritualidad?, ¿Iluminación?, ¿Reflexión? Creo firmemente que son todos a la vez. ¿Por qué?

Para ver lo bueno de la vida se necesita amor, el amor nos convierte un simple paseo por el campo o por un parque para simplemente descansar, en una oportunidad tener contacto con la belleza que trae la naturaleza. La espiritualidad nos lleva a la reflexión y comprensión de esas cosas bellas que nos mostró el amor para asimilarlo y llenar con eso nuestras vidas. Después de esto tal vez, no soy quién para decirlo:!seremos iluminados!!

Un abrazo fuerte abrazo para todos para todos y abramos nuestros ojos y corazón a toda esa belleza que Dios ha puesto frente nosotros.


*PRÓXIMAMENTE SERÁ PUBLICADA EN EL BLOG.


1 comentario:

  1. Muy buena reflexión, esclarecedora.
    Gracias Gerardo.
    Recibe un achuchón grande,
    Odette

    ResponderEliminar