jueves, 9 de junio de 2011

AQUELLO QUE FORMA PARTE DE UNO MISMO. Reedicion

La autentica confianza sólo se alcanza a través de la sabiduría del corazón. Al penetrar en este espacio seguro (el del corazón), acudirá a nosotros todo aquello que nos pertenezca porque hemos creado la capacidad interna para recibirlo. La ironía es que aquello que deseamos recibir forma en realidad parte de nosotros mismos. Este puede ser un concepto difícil de asimilar, debido al apego del ego a ser separado y especial.


No hay en nuestra mente racional nada capaz de convencernos de que el agua se compone de dos partes de hidrógeno y una de oxígeno (H2O). Aparentemente no es más que un líquido que fluye y no tiene nada que ver con gases (ya que Hidrógeno y el Oxígeno en su estado natural son gases). Pero cuando analizamos el agua, se ponen de manifiesto sus elementos constituyentes. Y lo mismo sucede con la idea de estar en todas las cosas al mismo tiempo.

En nuestra experiencia cotidiana no hay nada que nos dé muchas razones para creer que nuestra mente tiene, como uno de sus elementos constituyentes, algo invisible que está en todas las cosas vivas (en la Guerra de las Galaxias, LA FUERZA). Sin embargo, cuando examinamos nuestra fuerza vital y utilizamos la mecánica cuántica, descubrimos que esa energía no es, de hecho, una partícula, sino una onda que es la misma en toda forma de vida.

Confiaremos en la energía universal cuando aceptemos este hecho “irracional”: no sólo somos dignos de confianza, sino que formamos parte de la misma fuerza vital que existe en todas partes. Si creemos esto realmente, nos daremos cuenta de que todo lo que falta en nuestra vida forma parte de la misma energía que hay en nosotros. La manifestación se convierte entonces en el arte de atraer aquello que ya forma parte de uno mismo.

En cierto sentido, es como pensar que las cosas que deseamos están sobre una cuerda infinitamente larga, a pesar de lo cual están unidas a nosotros de alguna forma invisible. Sólo es una cuestión de confianza el atraer es cuerda hacia nosotros, y todo aquello que debe llegar a nuestra vida estará ahí una vez que hayamos desarrollado la capacidad para recibirlo. Pero no podremos recibirlo, ni acercarnos remotamente si no estamos plenamente convencidos de que somos una extensión del Creador, Dios nuestro Señor, de cual fuimos hechos a imagen y semejanza.



Como decía el maestro Yoda “Deja que la fuerza este contigo - let the force be with you-. El tamaño no importa. Veme a mí. ¿Por mi tamaño me juzgas? ¿Hmm? Hmm. Y no deberías. Pues mi aliada es la Fuerza, y una poderosa aliada es.”

Y recuerdo una frase de Luke Skywalker "la Fuerza no fluye de nosotros, sino a través de nosotros"

QUE DIOS LOS COLME DE BENDIONES Y “QUE LA FUERZA EN USTEDES ESTÉ”

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