lunes, 1 de agosto de 2011

ESCUCHA A TU CORAZÓN. Nota Reedición

Escucha tu corazón, muévete de acuerdo a tu corazón, sea lo que sea que esté en juego: Una condición de simplicidad absoluta que cuesta nada menos que “todo”...


Ser sencillo es arduo, porque cuesta todo lo que tienes. Tienes que perderlo todo para ser sencillo. Por eso la gente ha elegido ser compleja y ha olvidado cómo ser sencilla. 

Sin embargo, sólo un corazón sencillo vibra con Dios mano a mano. Sólo un corazón sencillo canta con Dios en profunda armonía. Para llegar a este punto tendrás que encontrar tu corazón, tu propia vibración, tu propio latido.

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