Enamorémonos de alguien que nos ame, que nos espere, que nos comprenda aún en la locura; de alguien que nos ayude, que nos guíe, que sea nuestro apoyo, nuestra esperanza, nuestro todo.
Enamorémonos de alguien que no nos traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en nuestro rostro, en nuestra delicadeza, en nuestro espíritu y no en nuestro cuerpo o en nuestros bienes.
Enamorémonos de alguien que nos espere hasta el final.
Enamorémonos de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque nuestras lágrimas, que nos abrigue cuando sea necesario, que se alegre con nuestras alegrías y que nos dé fuerzas después de un fracaso.
Enamorémonos de alguien que vuelva a ti después de las peleas, después del desencuentro; de alguien que camine junto a ti, que se aun buen compañero, que respete nuestros fantasías, nuestros ilusiones.
No nos enamoremos del amor.
Enamorémonos de alguien que esté enamorado de nosotros.
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