Sentimos el ritmo. Si
llegamos a sentirnos más en armonía con la existencia, entonces vamos por el buen
camino. Si encontramos que no estamos en sintonía, si nos sentimos tensos, si surge
la angustia, si nos ponemos a temblar, empezamos a perder el sentido de la
dirección y comenzamos a tener la sensación de que somos accesorios, que nada
tiene sentido, entonces es una señal inequívoca de que hemos perdido el compás de
la existencia.
Entonces abrámonos a la vida, confiemos en ella, y poco a poco ella destruirá todas nuestras inhibiciones y la energía
empezará a manar en todas las partes en donde ha sido reprimida.
Todo lo que hagamos, hagámoslo con la
idea oculta de que tenemos que lograr una mayor fluidez. Si tomamos la mano de
alguien, tomémosla de verdad. Las estamos tomando de todas maneras, ¿por qué no
hacerlo realmente? ¡ Hagámoslo realmente! Que no se trate sólo de dos manos
entrelazadas, cada una de ellas deseando desprenderse de la otra. Si hablamos,
que la charla sea apasionada, de lo contrario aburriremos a los demás tanto como
a nosotros mismos.
La vida debería ser una pasión,
una vibrante pasión, una pasión palpitante, una extraordinaria energía. Que
nada de lo que hagamos sea aburrido, de lo contrario no debemos hacerlo. No hay
obligación de hacer nada, pero lo que sea que nos apetezca hacer, hagámoslo de
verdad.
CONFIEMOS EN NOSOTROS MISMOS,
SEAMOS LIBRES DE EXPRESAR LO QUE SENTIMOS INTERNAMENTE, SIN RECELO, SIN TEMOR, CON
AUTENTICIDAD Y SINCERIDAD. TENGAMOS CONFIANZA EN NOSTROS.
yo siempre digo lo que siento sin temos porque es alli cuando pueden sentir quien eres que te gusta y que no y eso hace tener pklena confianza en uno mismo jamas me he plegado a algo que no sienta hacer y que me haga click en el corazon
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