miércoles, 25 de abril de 2012

PONGAMOS NUESTRA MENTE EN PAZ


Nuestra mente es inconstante y huidiza, vuela tras cualquier fantasía y es difícil de contener. Pero es un gran bien contenerla. El dominio de la mente conduce y nos lleva por el camino a la felicidad.


Nuestra mente es invisible, sutil y caprichosa. Sin embargo aquel que es sabio la domina, pues el dominio de la mente conduce y nos lleva por el camino a la felicidad.

Ella es incorpórea y oculta tras el misterio de la conciencia, Ella, la mente, vuela lejos. Aquel que es sabio aplaca sus pensamientos y termina con el peregrinar de la mente. Sentado en la armonía, se libera de la esclavitud de la mente.

Aquellos cuya mente es desordenada, que no conocen el sendero de la Verdad, cuya fe y cuya paz son constantemente alteradas, nunca alcanzarán la sabiduría.

Sin embargo, aquel que controla sus sentidos, aquel que tiene la mente en paz y ha trascendido ya el bien y el mal, está despierto, observando y no conoce el miedo.

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