sábado, 14 de abril de 2012

EL CORAZÓN DE UN HOMBRE DE DIOS .


Cuando me inicie el la Iglesia Evangélica recibí una lección de que es lo que tener un corazón de un hombre de Dios. Un pastor fue invitado un domingo a un servicio a la iglesia donde me congregaba, pues su fama de hombre de Dios parecía no tener límites.


Se contaba en esos días que cada mañana, una multitud de fieles se conglomeraba a su puerta ansiosa de escuchar sus sabias palabras.

Pero la armonía de los discursos de este pastor siempre se veía interrumpida por un individuo que no escatimaba en contradecir lo que decía a cada momento.

Me contaron luego que cierto día, dicho individuo (el impertinente) cayó enfermo y falleció. Los fieles se sentían de cierta manera contentos, el pastor ya no sería más interrumpido durante sus sermones y predicaciones.

Pero, para sorpresa general de todos y cada uno de los fieles que asistíamos a la iglesia, se supo que el pastor estuvo muy compungido en el funeral de impertinente señor que inagotablemente lo interrumpía durante sus predicas. Cuentan que al ser consultado si era por la muerte del impertinente, éste respondió:

“No, en lo absoluto, sé que él está feliz en el cielo. Estoy afligido por mí mismo. Él era el único amigo que tenía; su crítica me animaba a superarme, y me temo que ahora… voy a dejar de crecer”.

. . .Dicho esto, rompió en llanto.

Espero que en Ustedes produzca este evento el mismo efecto que causó en mí, me dio a entender lo duro que es llegar a tener a Dios en nuestros corazones, que veamos en las dificultades y obstáculos las mejores oportunidades para crecer en nuestra fe, en nuestras convicciones y en nuestra propia capacidad de ser cada día mejores seres humanos, mejores cristianos, mejores hijos y hermanos, mejores padres y esposos, mejores con nosotros mismos.

1 comentario:

  1. el cambio que necesitamos es que aprendamos a vivir cada experiencia como una plataforma de lanzamiento para alcanzar cada dia mas un peldaño en nuestro regreso a casa y nos alegremos por siempre de esta vida tan hermosa que dios nos regala para vivirla en abundancia

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