jueves, 9 de febrero de 2012

USO CORRECTO DE DOS PALABRAS


El tema de hoy lo traigo a mi DESDE EL TINTERO porque escuchando la radio el día de hoy el locutor hizo mención a que para referirse al movimiento o estado estático los vehículos en las arterias viales de nuestra GRAN CARACAS deberíamos usar el término tránsito y no tráfico, que debe ser utilizado en otra manera. Por ello hoy hablaré de tránsito y tráfico para precisar cuál es la forma idónea al referirnos al movimiento vehicular o al de mercancías.


En la última edición del diccionario de la Real Academia Española aparece como definición de tránsito: “Acción de transitar. Actividad de personas y vehículos que pasan por una calle, una carretera o una vía”. También puede aludir a un pasillo por donde se pasa de un lugar a otro, en conventos, seminarios y otras casas de comunidad se le llama así al pasillo o corredor. En varias regiones puede ser un espacio determinado para hacer alto y descanso en alguna viaje, jornada o marcha. Desde el punto de vista religioso, es la fiesta que la Iglesia Católica celebraba el día 15 de agosto para conmemorar la muerte de la Virgen.

Puede funcionar como una frase para aludir a una persona que no reside en el lugar, sino que está en él de paso (caso de los viajeros en un aeropuerto); y dicho de una mercancía significa que atraviesa un país situado entre el de origen y el de destino. Además significa parar o descansar en de áreas de parada o alojamientos situados de trecho en trecho entre los puntos extremos de un viaje.

Si nos remitimos a tráfico, veremos que procede del italiano traffico y significa acción de traficar. Circulación de vehículos por calles, caminos, etc. Movimiento o tránsito de personas, mercancías, etc., por cualquier otro medio de transporte. Se emplea para aludir a la comercialización de drogas, como el delito que consiste en realizar cualquier actuación de cultivo, elaboración o comercio de drogas tóxicas.

Se habla también de tráfico de influencias como el delito que comete quien, prevaliéndose de su posición, induce a una autoridad o funcionario público a adoptar una resolución injusta en beneficio propio o de un tercero.

El fiscal de tránsito es el agente destinado a regular el tráfico en las ciudades.

Las palabras que nos ocupan entonces son sinónimas, y es precisamente en el contexto donde podemos determinar cuál es el uso más adecuado. Mi recomendación es que dejemos tránsito para lo referente a circulación vehicular o a estar de paso en algún lugar, mientras que tráfico lo empleemos para referirnos a movimiento de mercancías o a los delitos que mencioné ya en esta nota.

Esta distinción puede hacernos hablar con mayor coherencia, porque de esta manera seremos más precisos.

UNA SIMPLE CONTRIBUCIÒN DE DESDE EL TINTERO PARA EL ACERVO CULTURAL DE SUS LECTORES Y SU CREADOR.

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