domingo, 30 de marzo de 2014

EL CAMBIO, LA ORDEN DEL DÍA


Todo es cambio, nada es inamovible y mucho menos en los último tiempos. Hace algunos años las cosas tardaban mucho más en cambiar, se mantenían trabajos durante años, relaciones de pareja eran duraderas, así como la amistad, y las cosas materiales.

Pero hoy por hoy todo es muy distinto y el cambio, es una constante en nuestras vidas y de cómo nos adaptemos a ese cambio depende nuestra felicidad.

Cuando nuestra realidad gira y nos pone cabeza abajo, nos sentimos desubicados, desorientados y sin saber que ritmo tomar y es en esos momentos cuando lo principal y más importante es mantener la calma y no tomar decisiones precipitadas. Deberemos hacer un análisis minucioso de las nuevas circunstancias que nos rodean y analizar qué puntos positivos tiene y que puntos de mejora podemos encontrar en ella.

Detenerse a pensar que es lo peor que nos podría ocurrir y que es lo mejor, nos hará quitarle hierro al asunto y nos permitirá ganar una nueva perspectiva ante la situación que estamos viviendo.

Y sobre todo no podemos olvidarnos de respirar muy profundo, fuerte y recordar que, “esto también va a pasar”.

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