miércoles, 26 de marzo de 2014

RECONOZCAMOS LA ABUNDANCIA



Cuando nos concentramos en la abundancia, sentimos que nuestra vida es abundante; cuando nos concentramos en la escasez, sentimos que nuestra vida está llena de carencias. Todo depende simplemente en dónde centremos nuestra atención.

Es verdad que no podemos negar los sufrimientos de la vida. Eso es perjudicial para la salud, tanto la física como la emocional. Pero igualmente importante es lo siguiente: ¡No podemos negar la abundancia que hay en nuestra vida!
Recomiendo que escribamos un “Libro de la Abundancia”. Cada noche, antes de acostarnos, anotemos por lo menos veinte cosas maravillosas que nos hayan ocurrido ese día.

“¡Vamos! ¿Veinte cosas? Si difícilmente logro encontrar tres”, diremos algunos. Es obvio que no nos hemos fijado en las bendiciones y bienes de nuestra vida. La finalidad de este ejercicio es ayudarnos a hacerlo. He aquí algunas de las cosas que podríamos anotar:

Esta mañana prendió el carro sin problemas. Somos capaces de caminar. Tenemos alimentos para comer. Alguien nos hizo un elogio. Hoy nuestros hijos no se metieron en ningún problema. Sentimos el calor del Sol en nuestro rostro. Hablamos con uno de nuestros mejores amigos. Las flores están comenzando a abrirse. Tenemos agua caliente para bañarnos. Estamos respirando. Salió el Sol.

Las cosas que anotemos en nuestro “Libro de la Abundancia” no tienen por qué ser brillantes y sensacionales.

En realidad es mejor que no lo sean. Tengamos siempre presente que si sólo nos fijamos en las cosas brillantes y sensacionales, gran parte de nuestra vida parecerá triste, y eso desde luego no es cierto.

Respirar, por ejemplo, no es algo increíble, realmente extraordinario. Al principio, encontrar esas 20 cosas que agradecer nos va a llevar un tiempo.

Pero muy pronto las cosas buenas van a llover sobre el papel, porque nos pasaremos gran parte del día buscando las bendiciones de tu vida para poder tener cosas nuevas que añadir al “Libro de la Abundancia” cada noche. ¡Y las encontraremos! Los beneficios son evidentes…

Cuando empecemos a buscar las cosas buenas, inmediatamente dejaremos de fijarnos en las malas, y nos sentiremos felices, una persona afortunada. Si logramos adquirir el hábito de fijarnos en la abundancia, nuestra vida se transformará…

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