Hay
un tiempo para anticipar la llegada de un bebé. Un tiempo para soñar lo que
será este niño cuando crezca.
Un
tiempo para preparar mi alma, para alimentar la suya, pues muy pronto llegará
el día en que nacerá.
Porque
los nietos no esperan.
Hay
un tiempo para alimentarlo durante la noche, para cólicos y teteros.
Hay
un tiempo para mecerlo y un tiempo para enseñarle a caminar.
Un
tiempo para mostrarle que su nuevo mundo es un mundo de amor y de bondad y que
él es un ser creado a imagen de Dios.
Porque
los nietos no esperan.
Hay
un tiempo para tenerlo entre mis brazos y contarle la historia más hermosa que
jamás haya oído. Un tiempo para enseñarle a maravillarse y a sentir asombro.
Hay
un tiempo para llevarlo al parque a columpiarse, de correr con él una carrera,
hacerle un dibujo.
Porque
los nietos no esperan
Hay
un tiempo para cantar en vez de renegar, sonreír en vez de fruncir el ceño,
para compartir con él mi amor por la vida.
Hay
un tiempo para contestar a todas sus preguntas, porque quizás vendrá el momento
en que no querrá escuchar mis respuestas.
Porque los
nietos no esperan.
Hay un
tiempo para verlo partir valientemente a la escuela.
Hay un
tiempo para enseñarle a ser independiente, a tener responsabilidad, para
disciplinarlo con amor, porque pronto llegará el momento de soltar los lazos
que lo sujetan a mi lado.
Porque los
nietos no esperan.
Hay un
tiempo para atesorar cada instante fugaz de su niñez, para inspirarlo y
prepararlo.
No voy a
cambiar este derecho natural por ese “plato de lentejas” llamado posición
social o reputación profesional o por un cheque de sueldo.
Porque los
nietos no esperan.
Llegará el
momento en que ya no habrá más puertas que golpean, ni juguetes, ni peleas
entre ellos, ni marcas en las paredes; entonces podré mirar atrás con gozo y
saber que estos años de ser abuelos no se desperdiciaron. Sólo pido sabiduría
para saber que hoy es el día de mis nietos.
Me gusto mucho su poema amigo. Recientemente tuve mi primer hijo y mis padres no estan vivos para poder disfrutar a su nieto. Ahora vienen dos mas y solo pienso en lo felices que serían de poder conocerlos.
ResponderEliminarLlegué a su blog ya que usted publicó un comentario en uno mio.
Saludos.