lunes, 18 de marzo de 2013

GOCEMOS DE LA VIDA


Las realidades más grandes y más bellas, tanto más las tendremos cuanto menos las poseamos y retengamos.

Si queremos tener el mar, contemplémoslo, y abramos nuestras manos en sus aguas y todo el mar estará en ellas; porque si cerramos nuestras  manos para retenerlo, se quedarán vacías.

Si queremos tener un amigo peregrino, dejémoslo marchar y lo tendremos; porque si lo retenemos para poseerlo, lo estaremos perdiendo, y tendremos un prisionero.

Si queremos tener el viento, extendamos nuestros brazos y abramos nuestras manos y todo el viento será nuestro; porque si queremos retenerlo nos quedaremos sin nada.

Si queremos tener a nuestros hijo; dejémoslo crecer, dejémoslo partir, y que se aleje, y lo tendremos maduro; porque si lo retenemos poseído lo perdemos para siempre.

Si queremos tener el sol y gozar de su luz maravillosa abramos los ojos y contemplemos; porque si los cerramos para retener la luz que ya alcanzamos, te quedemos a oscuras.

Si queremos vivir el gozo de tener, liberémonos de la manía de poseer y retener. Gocemos de la mariposa que revolotea, gocemos del río que corre huidizo, gocemos de la flor que se abre cara al cielo; gocemos teniendo todo y sin poseerlo, retenerlo.

¡Sólo así gozaremos de la vida, sabiendo que la tenemos sin poseerla; dejándola correr sin retenerla!

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