Para mantenerse en la plenitud ¡cuanto mejor detenerse a tiempo!
Si continuamos afilando y usando la espada, no durara mucho tiempo su filo.
Si llenamos nuestra casa de oro y jade, no podremos protegerla continuamente.
Si acumulamos riquezas y honores, solo cosecharemos calamidades.
Esta es la ley del Cielo, ¡Retirémonos una vez realizada nuestra labor!
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