miércoles, 23 de noviembre de 2011

CAMBIEMOS DE HÁBITO.

Estemos dispuestos a redefinirnos cada día.


Advirtamos cuando caigamos en viejos hábitos y creencias, y detengámonos tan pronto como nos demos cuenta.

Aceptemos la responsabilidad total de cada respuesta y sentimiento que tengamos, no culpemos de ellos a nadie ni a nada.

Consideremos al mundo como un espejo que refleja lo que es en este instante.

Recibamos todo lo que está tratando de llegar a nosotros.

Los mensajes están por todas partes. No tenemos que planear con detalle nuestro siguiente paso, éste aparecerá en el momento correcto. Pues sabemos que el tiempo de Dios es perfecto.

No actuemos ni tomemos decisiones cuando nos sintamos inseguros. Practiquemos la paciencia hasta que nos sintamos convencidos.

Asumamos que Dios tiene puesta su atención en nosotros.

1 comentario:

  1. La tarea de cambiar un hábito es compleja, hay que luchar contra el peso de la costumbre. Lo esencial es darse cuenta: “el feedback con la realidad impide que el error se convierta en hábito”. Prestar atención, es la condición para corregirse. El pasado ya pasó y el futuro todavía no existe.

    A través de la paz interior se puede conseguir la paz mundial. Aquí la responsabilidad individual es bastante clara ya que la atmósfera de paz debe ser creada dentro de uno mismo, entonces se podrá crear en la familia y luego en la comunidad,

    LOS MENSAJES TE LLEGAN DE TODOS LADOS PERO SOLO ACEPTA AQUELLOS QUE TE DAN PAZ Y SEGURIDAD POR ELLO ES IMPORTANTE CULTIVAR LA PACIENCIA PARA QUE TODO FLUYA EN ARMONIA Y SEA UNA BENDICION PARA TI PRIMERO Y PARA TU ENTORNO DESPUES..

    Dios nos cuida y nos protege siempre ese es nuestro apoyo.

    ResponderEliminar