Ya sé que
he comentado en otras ocasiones de los dos conceptos que definen el título de
este post, sin embargo no he tratado el tema en su conjunto. Por separado,
ambos asuntos son de lo más tentador, pero lo que en realidad es interesante es
que probablemente tengan mucho más que ver de lo que en apariencia pueda
parecer.
Del chocolate se conocen muchas propiedades y cada vez se descubren más.
Lo cierto
es que en esto, los británicos y norteamericanos, a los que les gustan las
estadísticas un poco marcianas, han podido reportar que el 52% de las mujeres prefieren
el chocolate al sexo. ¡Tela! Sí, los varones latinos ya sé lo que estarán
pensando: que “a falta de pan… buenas son tortas”.
Lo cierto
es que algo de relación entre sexo y chocolate debería haber. En principio, si
el chocolate tiene algo de excitante ha de ser por sus componentes. Por ejemplo, tiene
teobromina, que es una metilxantina como los excitantes del té (teofilina) o
del café (cafeína). Tiene además triptófano, que da lugar a la
serotonina, un neurotransmisor que tiene que ver con la con la sensaciones
gratificantes. Si a esto le unimos que tiene feniletilamina, que es la
sustancia que se produce en momentos de amor y
enamoramiento, más anandamida, que sensibiliza aquellas regiones del cerebro
que ponen alerta las terminales nerviosas sensitivas, no es de extrañar que ese
coctel de transmisores cerebrales genere sensaciones de alta calidad.
Rematemos
la faena chocolatera indicando que el chocolate podría tener una acción
cerebral generando unas moléculas denominadas endorfinas, que tienen que ver
con la inhibición del dolor, la euforia y la sensación de placer.
Independientemente
de todo lo anteriormente expuesto, para mí, por muy intensas que puedan llegar
a ser esas sensaciones debidas al chocolate, aunque placenteras, no creo que
sean comparables al sexo.
Pero hay más, la cáscara del cacao contiene más elementos con tintes
afrodisíacos que pueden producir elevación de la libido, erecciones más
prolongadas y, por ende, relaciones sexuales más prolongadas.
Esto no
solo le beneficia al varón, si no fíjense lo que dice textualmente un estudio
realizado en Italia: “… Las mujeres que consumen a diario chocolate muestran
niveles más altos de deseo que las mujeres que no tienen este hábito. Es decir,
el chocolate puede tener un impacto psicológico positivo en la sexualidad
femenina…”. Tanto es así que algunos autores recomiendan a las mujeres la
ingesta de chocolate en la semana anterior al período por cuanto puede
compensar caídas en la libido femenina.
En fin,
esto del chocolate y el sexo está bien, pero le recomendaría en lo personal que
combinaran ambos. Tal vez si los dos son buenos por separado, en conjunto
sean ¡la bomba!
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