sábado, 23 de febrero de 2013

EL REGALO DE LA INTELIGENCIA



Inteligencia simplemente significa la habilidad para responder, porque la vida es un fluir. Tenemos que estar alerta y ver qué se requiere de nosotros, cuál es el reto de la situación. La personas inteligente actúa de acuerdo a la situación, y el necio actúa de acuerdo a respuestas confeccionadas. Ya sea que vengan de Buda, de Krishna o de Cristo, no importa. El necio siempre tiene las escrituras a la mano; tiene miedo de depender de sí mismo. La persona inteligente depende de su propia intuición; confía en su propio ser. Se ama y se respeta. La persona no inteligente solamente respeta a otros.


La inteligencia se puede redescubrir. El único método para redescubrirla es la meditación. La meditación sólo hace una cosa: destruye todas las barreras que la sociedad ha creado para impedirnos ser inteligente.

Salir de todas las prisiones es inteligencia –y nunca más volver a entrar en otra. La inteligencia se puede descubrir por medio de la meditación, porque todas esas prisiones que existen en nuestra mente afortunadamente no pueden alcanzar nuestro ser. No pueden contaminar nuestro ser, sólo pueden contaminar nuestra mente. Si logramos salir de nuestra mente, saldremos del cristianismo, del hinduismo, del judaísmo… etc. Podemos acabar con ello definitivamente.

Y cuando nos encontremos fuera de la mente, observándola, siendo consciente de ella, siendo sólo un observador, somos inteligentes. Nuestra inteligencia es descubierta. Hemos deshecho lo que la sociedad ha hecho con nosotros. Hemos destruido el daño; hemos destruido la conspiración de los políticos y “religiosos”.

De hecho, somos por primera vez un ser humano de verdad. Ahora todo el cielo es nuestro. La inteligencia trae libertad; la inteligencia trae espontaneidad; la meditación trae inteligencia.

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