Sábado,
23 de abril de 2011
El 10% de la vida está relacionado con lo que
nos pasa…El restante 90% está determinado por lo forma en que reaccionamos a
eso que pasa…
¿Qué quiere decir esto? Nosotros realmente no
tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede. No podemos evitar que el
carro se descomponga o dañe, que el avión donde vamos a viajar se retrase, que
nos sorprenda sin previo aviso la lluvia, que un automovilista pueda
obstaculizarnos en el tránsito…lo cual tirará por la borda todo nuestra
planificación…
No tenemos control de este 10%. El otro 90%
es diferente. Solamente nosotros lo determinamos.
¿Cómo?… Con nuestras reacciones. Nosotros no
podemos controlar el semáforo en rojo, pero podemos controlar nuestra reacción.
No dejemos que la gente se aproveche de nosotros. Nosotros podemos controlar
cómo reaccionamos.
Usemos un breve ejemplo…
“Estas
desayunando con tu familia. Tu hija tira al piso una taza de café y salpica tu
camisa de trabajo. Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar. Lo
siguiente que suceda será determinado por tu reacción.
Tú
maldices. Regañas severamente a tu hija por qué te tiró la taza encima. Ella
rompe a llorar. Después de regañarla, te volteas a tu conjugue y la criticas
por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa. Y sigue una
batalla verbal. Tú, vociferando, vas a cambiarte la camisa. Cuando regresas,
encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando terminándose el desayuno y
alistándose para irse a la escuela. Ella pierde el autobús o transporte
escolar. Tu conjugue debe irse inmediatamente para el trabajo. Tú te apresuras
a montarte en tu carro y llevas a tu hija a la colegio. Debido a que tú ya
estas atrasado, manejas a 80 km por hora en una avenida cuya velocidad máxima
es de 50 km por hora. Después de 15 minutos de retraso y obtener una multa de
tránsito por 600,00 Bs F, llegas a la escuela. Tu hija corre hacia la escuela
sin decirte adiós. Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das
cuenta que se te olvidó el maletín.”
Tu día empezó terrible. Y parece que se
pondrá cada vez peor. Ansías regresar a casa. Cuando llegas a tu casa
encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu conjugue y tu hija.
¿Por qué? Todo fue debido a la manera en que reaccionaste esa mañana.
Ciertamente, tú no tenías control sobre lo
que pasó con el café. Fue la forma en cómo reaccionaste esos 5 segundos lo que
determinó el cauce de tu mal día.
Te presento lo que debió haber sucedido:
“El café te salpica. Tú hija está a punto de
llorar. Entonces tú gentilmente le dices: “no te preocupes, cariño, sólo
necesitas tener más cuidado la próxima vez”. Después de ponerte una camisa
limpia y tomar tu maletín, regresas al comedor, miras a través de la ventana y ves
a tu hija tomando el autobús escolar. Ella voltea agradecida y te dice adiós
con la mano.” ¿Notas la diferencia?
Dos escenarios diferentes. Ambos empezaron
igual. Ambos terminaron diferente. ¿Por qué? Nosotros realmente no tenemos
control sobre el 10% de lo que sucede en la vida. El otro 90% fue determinado
por nuestra reacción. Estas son algunas formas de aplicar el Principio 90/10.
Si alguien te dice algo negativo acerca de nosotros, no te lo tomemos a pecho.
Dejemos que el ataque caiga como el agua sobre el aceite. No dejemos que los
comentarios negativos nos afecten. Reaccionemos apropiadamente y no arruinaremos
nuestro día. Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo,
ser despedido, te puedes estresar, etc.
Lo único que hace falta es voluntad para
darnos el permiso de vivir la experiencia.
Todo, absolutamente todo lo que damos,
hacemos, decimos, o aún, todo lo que pensamos, es un Boomerang. Regresa a
nosotros… (Ley Metafísica), en otras palabras, LO QUE DAS, ESO RECIBES.
Si queremos
recibir, aprendamos primero a dar…Tal vez nos quedemos con las manos vacías,
pero nuestro corazón estará lleno de amor…Y quienes aman la vida, tienen el
sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón.