viernes, 29 de julio de 2011

¿QUE ES LA ESPERANZA?

La esperanza no es fingir que no existen los problemas. La esperanza es la confianza de saber que éstos no son eternos, que las heridas curarán y las dificultades dejarán de serlo. Es tener fe, es una fuente de fortaleza y renovación en nuestro interior que nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.


Cuando el amor de nuestra vida no nos quiere, cuando la llamada que esperábamos no llega, cuando no conseguimos el trabajo que deseamos, cuando no recibimos la invitación que esperábamos…, el mensaje no es que no lo nos merecemos…, el mensaje no es que no somos importantes…., el mensaje es que nosotros mereces algo mejor.

Cada vez que sintamos decepción por no recibir lo que deseamos o esperamos, no lo veamos como rechazo o mala suerte…, simplemente pensemos que es una tremenda oportunidad para algo mucho mejor de lo que esperábamos.

La vida está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras diferentes.

Algunos buscamos amor, paz y armonía, otros sobrevivimos día a día. Pero no hay momentos más plenos, que aquellos en los cuales descubrimos que la vida, con sus alegrías y sus penas, debe ser vivida día a día.

Este es el conocimiento que nos otorga la verdad más maravillosa. Aunque vivamos en una mansión de cuarenta cuartos, rodeados de riqueza, o luchemos de mes en mes para tener suficiente dinero para pagar el alquiler o las tarjetas de crédito, tenemos el poder de estar totalmente satisfechos y vivir una vida con verdadero significado. 

Día a día tenemos ese poder, porque cada día es nuevo, flamante, y podemos empezar de nuevo a realizar todos nuestros sueños.

jueves, 28 de julio de 2011

LO QUE ES, ES COMO DEBE SER

Toda la naturaleza no es más que arte que desconocemos.
 

Toda casualidad, dirección que no podemos ver.
 

Toda discordia, armonía incomprendida.
 

Todo mal parcial, bien universal.
 

Y, a pesar del orgullo, y a pesar del despecho de la mente errada, una verdad es clara:


Lo que es, es como debe ser”.

martes, 26 de julio de 2011

¿POR QUE EL SIELENCIO ES ORO? Parte II. Reeditada

Parte II

El silencio nos ofrece protección, pero también es un gran desafío. El mismo entusiasmo que sentimos nos hace querer revelar a todos a gritos el motivo. Además de eso, la propia energía que emitimos lleva a otras personas a darse cuenta de que tenemos algo entre manos y nos llaman a contarles de lo qué se trata.

No es fácil guardar ese silencio, pero lograrlo nos trae como recompensa “la veta de oro”, mientras más duradero es nuestro silencio en torno a lo que queremos lograr, mayor es la pasión que crece dentro de nosotros.


A veces, nuestro silencio es la peor mentira, algunos encuentran el silencio porque tienen demasiado ruido dentro de ellos mismos. El amor, un beso lo encienden (ruido), el silencio lo apaga… el mérito que acepta el silencio como la cosa más natural del mundo es el más alto aplauso.

Debemos tener muy en cuenta que cuando hablemos, procuremos que nuestras palabras sean mejores que el silencio, en ningún momento el silencio es más crucial que durante los retiros de meditación…

¿Qué es el silencio? En todos los casos, es un sueño que se queda en sueño, un beso sin respuesta o  bien es una rosa sin agua…


El silencio y la soledad son complementos. La soledad es el silencio del alma y el silencio es la soledad de las palabras, La palabra es un “don” tan hermoso que es mejor dejarla ir sola  o cuando estrictamente sea necesario.

El silencio es la voz del corazón hablando contigo. Por eso tenemos que escuchar lo que dice el corazón en silencio.

lunes, 25 de julio de 2011

LA FUERZA DE LA FE. Nota Reeditada

Publicado el 13-02-2011

Donde hay fe está la fuerza y el poder divino trabajando alrededor, porque la fe es la fuerza que conecta al ser con todo su poder interior, la fe es la puerta que da paso a la Divina Presencia en el hombre.


Podría verse alguien de pronto envuelto completamente entre nieblas, agobiado por los horrores de los vicios o por el peso de sus pecados, sumido completamente en la más espantosa degradación humana, pero mientras su corazón sienta y su mente pueda murmurar para llamar a Dios, esa fuerza lo levantaría de entre los escombros de su vida, para situarlo en el más alto pedestal de la dignidad humana, porque no hay hombre más digno de vivir una vida, que aquél que es movido por la fe de Dios.

Qué importa todo lo que haya pasado antes, qué importa la calidad moral de un pasado, si de pronto, nuestra puerta se abre para dar paso a la presencia de Dios. La fe es un bálsamo bendito que libera de sufrimientos a la persona que la profesa. La fe es la cura milagrosa para los dolores del pasado y abre los ojos para un porvenir glorioso.

Dios es la presencia omnipotente permanentemente presente en todo ser, y es el hombre el único capaz de accionar esa energía, porque la fe no viene de afuera. Podrán escuchar mil discursos llenos de amor, podrán asistir a mil iglesias en donde se hable del Señor, podrán clamar mil veces por la ayuda para despertar esa fe, pero siempre al final cada quien deberá hacerlo solo.

Esa fe es la que nace del corazón, la que nace de ese encuentro solitario e íntimo que el ser experimenta cuando cerrando sus ojos y apretando sus manos contra el pecho, reconoce que su vida puede mejorar y debe mejorar; reconoce que su existencia es debida a un magnífico poder que mueve los mundos y dirige la evolución de todas las criaturas.


Esa fe nace de reconocerse fruto, hijo bendito de una manifestación incomprendida, inconmensurable y omnipresente. Esa es la fe que mueve montañas, las montañas de iniquidad, las montañas de dolores, las montañas de recuerdos, las montañas de rencores, esa fe que nos permite dejar en paz a todos aquellos que nos han lastimado.

Esa fe que nos abre los ojos hacia un futuro prometedor y nos quitas las manos de nuestro propio cuerpo para llevarlas hacia una vida creativa y útil. Esa es la fe que elimina los sentimientos de auto conmiseración, para convertirlos en una eterna alabanza a ese Rey de Reyes.

Esa es la fe que mueve las vidas de aquellos que escriben la historia, es la fe que impulsa al marino a embarcarse en el mar y la fe que mueve a los alpinistas a escalar las más altas cumbres, la fe que dirige a los cirujanos en las más delicadas operaciones, la fe que orienta a los ingenieros a resolver los grandes problemas de ingeniería.

Es la fe que hace reír a los humildes aun sin tener nada que comer, la misma fe que brilla en los ojos de los niños aun sumidos en la miseria, la misma fe que reflejan los padres cuando ven en su cuna al recién nacido, es la fe que siente la madre cuando poniendo la mano sobre su vientre, recita dulces palabras a ese fruto de su amor que se encuentra en gestación.

Es la fe que hace madurar los frutos en los árboles de la naturaleza, la fe que mueve los ríos en su camino hacia el mar, la que vibra en los corazones humanos cada vez que hay Navidad, la que inspira, la que mueve, la que motiva, la que despierta, la que agiganta.

Esa es la fe que ha guiado a los hombres desde el inicio de los tiempos, la misma fe que llevará a todos de retorno al Padre.

Con estas líneas y estas ideas dejo mi bendición entre ustedes.

domingo, 24 de julio de 2011

¿POR QUÉ EL SILENCIO ES ORO?. Reedicion

PARTE I

"Sólo los que pueden ver lo invisible logran lo imposible" Recuerdo haber leído esta frase en una tarjeta hace unos cuantos años y nunca la olvidé porque me ha dado mucho que pensar desde entonces.


Todo lo que hacemos en nuestras vidas, desde los primeros pasos y palabras que damos de bebés, hasta desenvolvernos en los negocios de un adulto... TODO, absolutamente todo, es el resultado directo de una idea que concebimos primero en nuestra mente. La materia prima de toda materialización es una “idea”, una necesidad que engendra y crea un deseo. Sin una idea original, propia, que nos lleve a anticipar el resultado que deseamos, no nos es posible lograr absolutamente nada. Podemos materializar en nuestras vidas sólo aquello que deseamos y vemos en el plano "invisible" de nuestra imaginación, nuestra hacedora de sueños.


Cuando deseamos algo y nos consideramos capaces de lograrlo, experimentamos las más renovadoras emociones de entusiasmo, ánimo, alegría, anticipación, determinación... pasión. Nos sentimos capaces de todo... y mientras nos encontramos en medio de la euforia de esos sentimientos y energías SOMOS CAPACES DE TODO. La diferencia entre la persona que logra sus sueños y la que no los logra está en la capacidad de permanecer motivada por la pasión que le confieren sus deseos y sueños.


Pero un sueño, cuando primero lo concebimos, es algo tan delicado y frágil como una burbuja o pompa de jabón. Para proteger la hermosa burbuja en la que sólo nosotros podemos ver reflejado el arco iris, es necesario el silencio. ¿Por qué? ¿Recuerdas la última vez que te acercaste a un amigo a contarle una idea y en cuestión de unos minutos te hizo ver cuán descalabrada, poco práctica o ridícula era esa idea? Por el contrario, ¿cuándo fue la última vez que un amigo te animó en su entusiasmo, sin expresar reservas?


Lamentablemente entre la mayoría de las personas encontramos más críticos que apasionada fanaticada. Cuando algo se encuentra en una etapa tan intangible, como lo es una idea, resulta muy difícil para otros entender. En la mayoría de los casos las críticas son bien intencionadas, pero el resultado es igualmente fatal. Todo lo que se requiere es un par de comentarios muy sensatos y racionales para hacer desaparecer la burbuja de jabón que manteníamos a flote con nuestro entusiasmo y pasión.


Si unas pocas palabras logran apagar el ardor y pasión del creador, la idea deja de existir. El potencial de su materialización desaparece totalmente.


El silencio nos ofrece protección pero, a la vez, es también un gran desafío. El mismo entusiasmo que sentimos nos hace querer revelar a todos el motivo. Además, la propia energía que emitimos lleva a otros a darse cuenta de que tenemos algo entre manos, que estamos cocinando algo en nuestra mente, y nos exhortan a contarles de qué se trata. No es fácil resguardar ese silencio, pero el lograrlo nos trae como recompensa la veta de oro.


Existe una segunda razón por la cual el silencio es tan importante.


El mero hecho de hablar sobre lo que queremos lograr, sobre lo que vamos a hacer para lograrlo, sobre todo lo que va a significar en nuestras vidas el lograrlo, disipa en cierta forma la propia pasión y energía que necesitamos para alcanzar la meta o realizar nuestra idea. Al compartir con otra persona estamos, en cierto modo, "disfrutando" de los frutos de la idea y eso disminuye la ansiedad interna que es lo que nos impulsa y motiva a actuar. De hecho, hay muchas personas que se conforman con hablar sobre ideas, planes y sueños, y que nunca hacen nada por realizarlos porque encuentran suficiente satisfacción con un logro "mental" que pueden compartir con otros.


Mientras más perdura nuestro silencio en torno a algo que queremos lograr, mayor es la pasión que crece dentro de nosotros y nos lleva a ACTUAR... y eso es lo que hace posible la materialización del sueño.


Una vez que ya hemos actuado, que comenzamos a ver resultados concretos de lo que queremos alcanzar, ENTONCES es cuando podemos comenzar a compartirlo con otros. Pero, a esas alturas, no se trata de algo ilusorio que sólo existe en nuestra imaginación, sino que se trata de algo REAL que ya hemos comenzado a obtener resultados. Ahora la reacción de las otras personas es muy diferente. No se sienten en posición de hacernos ver cuán inconcebible y poco práctico es lo que deseamos, sino que pasan a convertirse en aliados para poder compartir con nosotros lo que ya tenemos. Deja de ser una cuestión de poner en duda un concepto imaginario, para convertirse en una oportunidad de contribuir y participar en algo que ya se ha materializado.


Para poder generar ese tipo de apoyo y colaboración de otras personas es igualmente importante que cuando estamos listos a compartir un sueño que ya comienza a materializarse, NUNCA lo presentemos a otros como algo que tal vez lograremos en el futuro, sino algo con lo que ya contamos en el presente.


El mundo está siempre listo a vitorear, festejar y pagar las entradas para ver al atleta que lleva en sus manos un codiciado trofeo o la antorcha olímpica, pero no así a animarlo cuando tiene que sacrificarse para comprar su primer atuendo deportivo. No podemos cambiar la naturaleza humana, pero sí podemos aprender a protegernos contra lo que puede ser contraproducente en nuestras vidas.


El silencio, a su debido tiempo, es una valiosísima protección, a veces el SILENCIO ES ORO.


Los quiero a todos.

martes, 19 de julio de 2011

LA CABALLEROSIDAD.

Las personas educadas no esperan nada a cambio, pues lo hacen por su propia educación, pero cuando alguien tiene un detalle con nosotros es bueno saber agradecerlo (ya bien lo dice el refrán: de bien nacidos es ser agradecidos).
 
A veces un simple gesto nos sirve como muestra de gratitud, pero también puede expresar una desaprobación o rechazo. Hay gestos de amabilidad que no son interpretados por la otra parte como tal.

- Los hombres que ceden el paso a las mujeres lo hacen por educación no por obligación. Hay mujeres que piensan que es una obligación del caballero, y no es así. El hombre no es el portero de un hotel.


- Lo mismo ocurre cuando un caballero, en un restaurante por ejemplo, acerca el asiento a la señora. Es una muestra de cortesía.


- Si vamos en un transporte público, en el Metro en el que vamos a trabajar todos los días, y cedemos el asiento a una señora, de las gracias, y no haga como si fuera una obligación de éste cederle su asiento.

- Un caballero que le cede su turno a una dama en un comercio o se ofrece a ayudarla con los paquetes que está cargando en su automóvil. O bien se ofrece a cambiarle el caucho espichado, lo hace como gesto de caballerosidad.

- El hombre que cede su chaqueta o abrigo a la mujer, un día fresco, también es un detalle para agradecer.
 

Cualquiera de los detalles anteriormente citados, siempre son de agradecer. No hace falta deshacerse en halagos, y muchas veces ni tan siquiera pronunciar una palabra (aunque unas simples gracias, nunca sobra). Bastará una mirada y una sonrisa, para dar por agradecido el detalle.

Si todos hacemos lo mismo, fomentaremos las buenas maneras y costumbres. De lo contrario, algunas personas puede que nunca más tengan un detalle con otras personas al haberse sentido ofendido por esta falta de atención ante las muestras de amabilidad.
 

Lo mismo sirve para cualquier tipo de detalle que una mujer tenga con un caballero. Siempre es de agradecer.

lunes, 18 de julio de 2011

VIVE TU VIDA DE LA MANERA QUE DESEAS SER

Hay momentos en la vida en los que extrañamos tanto a algunas personas, que quisieramos sacarlas de nuestros sueños y envolverlas en un abrazo.

Soñemos lo que deseamos soñar; vayamos a donde deseamos ir; seamos lo que deseamos ser, porque solamente tienes una vida y una oportunidad para hacer las cosas que deseas.

Tengamos la suficiente felicidad, que nos haga dulces; los suficientes tropiezos, que nos hagan fuertes; la suficiente tristeza, que nos haga humanos y la suficiente esperanza, que nos haga felices. 

Siempre pongamonos en los zapatos de otras personas. Si sentimos que nos duele, probablemente le dolerá a esa persona también. 

La mayoría de la gente feliz, no necesariamente tiene lo mejor de cada cosa; ellos solamente toman lo mejor de las cosas que aparecen a lo largo de su camino. 

La felicidad existe para aquéllos que lloramos, aquéllos que nos duele, aquéllos que hemos buscado, aquéllos que hemos tropezado; porque solamente nosotros podemos apreciar la importancia de las personas que han tocado nuestras vidas. 

La vida comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima. 

El futuro brillante estará basado, siempre, en un pasado olvidado; no podemos continuar con nuestra vida hasta que dejemoss escapar nuestros fracasos del pasado y los dolores del corazón. 

Cuando nosotros nacimos estabamos llorando y todos alrededor nuestro estaban sonriendo. 

Viva nuestra vida de manera que cuando muramos, seamos nosotros quienes estén sonriendo.

sábado, 16 de julio de 2011

SER UNA PERSONA EDUCADA

"La buena educación, por encima de todo."

Una persona debe ser educada, independientemente de nuestra posición social o de nuestro nivel económico. Los buenos modales no están reñidos ni dicatados con la posición de una persona, o al menos no deberían estarlo.


Está claro, que la gente con mayores posibilidades, tiene acceso a una educación mejor, pero los buenos modales, es algo que se puede aprender simplemente mirando, fijándonos en las personas educadas y correctas.

Ir lujosamente vestido, con ropa cara de marca, joyas, etc. no sirve de nada cuando se actuamos de forma incorrecta. Hay personas que con solo abrir la boca, ya estropean toda su imagen exterior. 

"Los buenos modales no se pueden fingir 24 horas al día". 

Los buenos modales deben ser la expresión de nuestro "patrimonio interior" y no del patrimonio exterior, del que presumimos la mayor parte de la gente. 

Ser una persona educada no es tan difícil. Simplemente debemos saber respetar, saber sonreír, incluso en los peores momentos, saber saludar de forma correcta, saber controlar las palabras, para no herir a los demás (hay un viejo dicho que dice "las palabras son como las flechas, que una vez disparadas ya no se pueden parar"). 

Una persona educada, no lo es simplemente por sus modales refinados, o por saber que cubierto utilizar en una mesa. Una persona educada debe serlo en todo momento y con todo el mundo. Debe serlo con los empleados y subordinados, con sus vecinos y compañeros de trabajo, con sus amigos y muy especialmente con su familia. No se puede ser "educado de conveniencia"


Hablar a gritos, hacer ademanes exagerados, gestos ordinarios (como meterse el dedo en la nariz, o la uña entre los dientes, por ejemplo), hablar con la boca llena cuando se esta comiendo, etc. Todo esto destruye cualquier tipo de apariencia física que tengamos. 

Hay que tener en cuenta, que la educación además de servirnos para todas las facetas de nuestra vida, es como una planta que disemina sus semillas. Comportarse de forma educada, sirve de ejemplo; hace que otras personas que se fijan en nosotros tomen en cuenta este comportamiento. Nosotros también podemos aprender de otras personas. Y de esta manera, podemos difundir y promocionar la buena educación y los buenos modales. 

Compórtate en casa como si estuvieras en un palacio, para que cuando estés en un palacio te puedas comportar como en casa". La buena educación en casa y en un palacio, da lo mismo, pero siempre, educados.

EL SECRETO DE MUCHOS PEQUEÑOS ÉXITOS. Reedicion

Publicado el 04 de abril de 2011 

Si sólo nos centramos en el final del viaje, la meta siempre aparece en la distancia. Esto lleva a muchos a abandonar sus objetivos cuando surgen obstáculos o el camino se inclina y se hace cuesta arriba. Ya sabemos que cada viaje empieza con el primer paso, pero también hemos de dar un segundo paso, y un tercero, y tantos como hagan falta hasta alcanzar el destino deseado. La Ley del Proceso, es la garantía de la Naturaleza de que podemos conseguir casi cualquier objetivo, sin importar cuán de grande este, dividiéndolo en pasos pequeños y seguros, asi como escalones de una larga escalera. 


Si los objetivos que valen la pena requieren esfuerzo, riesgo y sacrificio,  tenemos que persistir a través del miedo y de la duda; tenemos que utilizar recursos interiores y convertirnos en más de lo que éramos antes. Cada nuevo reto nos sirve de iniciación: conocemos el desánimo; nos sobreponemos a las incomodidades, al aburrimiento, y a la frustración; y descubrimos de que estamos hechos realmente. 

Lo que nos empuja a través de los caminos embarrados y escabrosos de la vida es la visión que nos inspiró a iniciar la búsqueda. Nos podemos conducir como un imán a través de las tempestades. Por tanto, el primer paso en cualquier proceso es crear una dirección, escoger un objetivo que brille para nosotros. 


No dudemos de nuestra dirección o dependamos de otros para que nos digan que es lo que debemos o no debemos hacer. Vayamos hacia lo que nos atrae o nos excita o nos inspira – hacia lo que toca directamente nuestro corazón. Preguntémonos a nosotros mismos desde lo más profundo de nuestro propio ser qué es lo que realmente vale la pena en el esfuerzo y los sacrificios que conllevan perseguir un objetivo (recordemos que nada es gratis, requiere de nuestros sacrificios). 


Recordemos, viajeros de tiempo y el espacio, que grandes sueños en el futuro distante son una carga difícil de llevar. Los mejores objetivos podrían ser aquellos que podemos tratar la próxima semana, el siguiente día, la siguiente hora, o el siguiente paso; creemos y generemos un proceso que conlleve muchos pequeños éxitos (pasos) y nos lleven al final del camino a la victoria total, alcanzar y realizar nuestros mayores sueños.

jueves, 14 de julio de 2011

AMOR VS PASIÓN

La pasión es el deseo inmediato - un sistema de glándulas que se buscan entre sí.

El amor es la amistad que se ha envuelto en llamas de fuego. Toma la raíz y crece, un día a la vez.

La pasión es marcada por una sensación de inseguridad. Te excita e impacienta, pero no eres genuinamente feliz. Están las dudas, preguntas por contestar, pedacitos sobre tu querido que no examinarías lo suficientemente cerca. Puede que estropee el sueño de la pasión.
El amor es la tranquila comprensión y la madura tolerancia de la imperfección. Es verdadero. Te da fuerzas y creces más allá de ti - para alentar a tu querido. Su presencia te calienta, incluso cuando está ausente. Las millas no los separan. Hay tantas películas maravillosas en tu cabeza que sigues repitiendo. Pero cerca o lejos, sabes que es tuyo, y puedes esperar.
La pasión dice, "debemos casarnos enseguida. No puedo arriesgar el perderte."

El amor dice, "se paciente. Que no te cunda el pánico. Planeen su futuro con confianza." 
La pasión tiene un elemento de entusiasmo sexual. Siempre que estén juntos, esperas que termine en la intimidad. El amor no se basa en sexo. Es la gestación de la amistad, la cual hace que el sexo sea mucho más dulce. Deben ser amigos antes de poder ser amantes.
La pasión carece confianza. Cuando están ausentes, te preguntas si te está engañando. A veces, lo compruebas.
El amor significa confianza. Estás tranquilo, seguro y sin temores. Sienten su confianza, y los hace aún más dignos de confianza. La que te conduce a hacer cosas que puedes lamentar, pero el amor nunca te dirige a un mal camino.
El amor te da energía. Te hace sentir completo. Cierra el círculo. Llena el espacio vacío en tu corazón. El amor te eleva. Te levanta. Te hace mirar hacia arriba. Hace que pienses con grandeza. Te hace mejor persona de lo que eras antes. Si tienes amor en tu vida, puedes compensar por muchas cosas que no tenías. Si no hay amor en tu vida, cualquier otra cosa tiene menor significado.

El secreto de nuestro ser es no sólo vivir, sino tener algo para vivir, en este caso, AMAR.

¿QUÉ ES EL AMOR? ES ALGO MAS DE LO QUE PENSAMOS. Reedicion

Publicado el 12 de diciembre de 2010

Siempre he pensado que el amor es algo más que tener hijos, trabajar, ser buen padre de familia y todas aquellas cosas que nos enseñan por ahí. El amor está más allá del conocimiento humano, ya que no pertenece a este mundo. Cuando Jesús dijo, "mi reino no es de este mundo", ¿a que mundo se estaba refiriendo? El se refería al mundo del amor. Y como contrapartida se estaba refiriendo a que el amor no es de este mundo.



¿Cuántas cartas de amor quemadas con ira y rabia?, ¿cuántos poemas olvidados en viejos cajones y gavetas?, ¿cuantas promesas incumplidas o rotas?, ¿cuántas personas esperando ser consoladas por manos que no volverán después de haber prometido eterno amor?... ¿dónde está ese aparente amor? (o cómo lo llaman ahora amor virtual).

Si hubiera verdadero amor, olerían las calles a rosas, las puertas y ventanas estarían siempre abiertas, las casas sin rejas luciendo como prisiones, las almas dispuestas a ayudar, el corazón dócil y amable, la mente serena y el espíritu.......y el Espíritu inundaría nuestro cuerpo de un resplandor purificador.

¿Cuánto amor perdido en inútiles batallas y guerras?, ¿cuántas religiones perdidas por el terrible fanatismo, sectarismo y dogmatismo? ¿Cuánto amor manchado en necias competencias de orgullosos egos que nunca acaban de ennegrecer el alma? ¿Cuándo el mundo calle y deje de hablar, el alma respirará tranquila? En el silencio está el secreto (recuerden el escrito de “EL SILENCIO ES ORO”), en el amor está la felicidad (ver escrito AMOR VERDADERO y ACTITUD DE AMOR), en la castidad esta el poder (ver el escrito “VIVIR POR LAS SIETE VIRTUDES - CASTIDAD”). No es poderoso el que más tiene, sino el que más libre está (ver escrito “TENER, HACER, SER”). No es sabio el que más habla, sino el que sabe escuchar a Dios. No es tonto el que ama sino aquel que cree no serlo por no amar.

¿Cuánta pena en el alma?, ¿cuántas cicatrices reclaman paz? Reclaman misericordia cuando no dan misericordia (egoísmo). Reclaman paz cuando la paz no reina en los corazones. ¿Donde está el amor?... ¿Donde quedó el amor?... piensa,… el que busca encuentra... al que llama se le abre. Ora, como si hablaras con Dios, pero ora de verdad.....

No le ves, no le escuchas, hombres de poca fe, despierta, despierta de tu sueño eternal. Extiende tu mano, abre tu puño y suelta todo aquello que te encadena el alma y vuela hacia ÉL. Ámale, abrázale y no lo sueltes... porque de verdad te digo que no vale la pena cambiarlo por nada de este mundo.

Un beso y abrazo fraternal a todos.

EL AMOR (ESTRACTO DE KHALIL GIBRAN). SOLICITADO POR MÍ HERMANA MORELLA MEDINA C.


“Cuando el amor nos llame, sigámoslo. Y cuando su camino sea duro y difícil, y cuando nuestras alas nos envuelvan, entreguémonos. Aunque la espada entre ellas escondida nos hiriera.

Y cuando nos hable, creamos en él. Aunque su voz destroce nuestros sueños, tal cómo el viento del norte devasta los jardines. Porque, así como el amor nos corona, así nos crucifica. Así como nos engrande, así nos poda. Así como asciende a lo más alto y acaricia nuestras más tiernas ramas, que se estremecen bajo el sol, así descenderá hasta nuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra. Como trigo en manojos él nos une a nosotros mismos.

Nos desgarra para desnudarnos. Nos cierne, para librarnos de nuestras coberturas (corazas). Nos pulveriza hasta volvernos blancos. Nos amasa, hasta que estemos flexibles y dóciles. Y nos asigna luego a su fuego sagrado, para que puedan convertirse en sagrado pan para la fiesta sagrada de Dios. Todo esto hará el amor en nosotros para que podamos conocer los secretos de nuestros corazones y convertirnos, por ese conocimiento en un fragmento del corazón de la Vida.
Pero si, en nuestro miedo, buscamos solamente la paz y el placer del amor, entonces, es mejor que cubramos nuestra desnudez y nos alejemos de nuestros umbrales. Hacia un mundo sin primaveras donde reiremos, pero no con toda nuestra risa, y lloraremos, pero no con todas nuestras lágrimas.

El amor no da nada más a sí mismo y no toma nada más que de sí mismo. El amor no posee ni es poseído. Porque el amor es suficiente para el amor. Cuando amemos no debemos decir: “Dios está en mi corazón”, sino más bien: “Yo estoy en el corazón de Dios.”

Y pensemos que no podemos dirigir el curso del amor porque él si nos encuentra dignos, dirigirá nuestro curso. El amor no tiene otro deseo que el de realizarse. Pero, si amamos y debe la necesidad tener deseos, que nuestros deseos sean éstos:

«Fundirse y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche. Saber del dolor de la demasiada ternura. Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor, y sangrar voluntaria y alegremente. Despertarse al amanecer con un alado corazón y dar gracias por otro día de amor. Descansar al mediodía y meditar el éxtasis de amar. Volver al hogar con gratitud en el atardecer. Y dormir con una plegaria por el amado en el corazón y una canción de alabanza en los labios.»”

miércoles, 13 de julio de 2011

DECIDIMOS CAMBIAR.

Por muchos años en nuestras vidas somos temerosos a triunfar. Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidirnos a triunfar.


Decidimos no esperar a las oportunidades, sino nosotros mismos buscarlas. 

Decidimos ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. 

Decidimos ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. 

Decidimos ver cada noche como un misterio a resolver. 

Decidimos ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. 


Aquel día descubrimos que nuestro único rival no era más que nuestras propias debilidades y que ésta era la única y mejor forma de superarnos. 

Descubrimos que no éramos nosotros los mejores y que quizá nunca lo fuimos. 

Nos dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora nos importa simplemente sabernos mejor que ayer. 
 

Aprendimos que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.  

Aprendimos que el mejor triunfo que podemos tener, es tener el derecho de llamarle a alguien “amigo”. 

Descubrimos que el amor es más que un simple estado de enamoramiento: “el amor es una filosofía de vida”. 

Aquel día dejamos de ser un reflejo de nuestros escasos triunfos pasados y empezamos a ser nuestra propia tenue luz de este presente.  

Aprendimos que de nada sirve ser luz si no vamos a iluminar el camino de los demás. 

Aquel día decidimos cambiar tantas cosas; aquel día aprendimos que los sueños son solamente para hacerlos realidad; desde aquel día ya no dormimos para descansar, ahora simplemente dormimos para soñar.  


DEDICADO A TODAS AQUELLAS PERSONAS TUVIERON LA VALENTÍA Y EL CORAJE DE DARLE UN VUELCO A SUS VIDAS, EL DIA QUE TOMARON LA DECISIÓN DE CAMBIAR.

martes, 12 de julio de 2011

EL OCASO DEL PLANETA TIERRA. Reedicion

Gerardo José Medina El 21 de agosto de 2010

Por el descuido del hombre en las últimas décadas, estoy viendo la agonía del planeta tierra. Veo el ocaso de un planeta contaminado hasta los más recónditos lugares. 


Veo mares azules convertidos en verdaderos vertederos residuales. Veo la tierra pura muriendo por la contaminación medioambiental, insecticidas, plaguicidas, una muerte anunciada hace tiempo por los ecologistas.

Veo al planeta como a un ser con vida, que desinteresadamente nos ha brindado su total servicio, y el ser humano solo le ha pagado con su ignorancia y codicia. Pienso que el ser humano que destruye su propio planeta es el peor desgraciado que habita en este universo.


Un jefe Indígena le escribió a un jefe de estado Americano diciendo, que "La tierra no era heredada de nuestros padres, sino que era prestada de nuestros hijos".

Todas las civilizaciones antiguas (Aztecas, Mayas, Incas, Waraos, Yanomami, etc.), sabias en su conocimiento de la naturaleza, le rendían culto a la Madre Tierra, o la Pachamama, como la llamamos en Sudamérica.

Creo que si el hombre no pone un alto en su loca carrera de destrucción, llegará un momento que el planeta, como un ser vivo que es, se auto-reciclará para su propia subsistencia para poder seguir albergando futuras razas sobre la tierra (Cuando el destino nos alcance). Asi como nuestro organismo reacciona ante la presencia de cuerpos extraños, así igualmente hará en su oportunidad nuestra bella y hermosa Madre Tierra. 


Sabemos que el trabajo interior correctamente realizado proporciona facultades extrasensoriales, por lo que recuerdo a un amigo que en su evolución espiritual, despertó lo que en esoterismo se conoce como el oído mágico, y escuchó durante algún tiempo la voz prístina de la Madre Tierra que le relataba todo el daño y sufrimiento a los que estaba siendo sometida por el ser humano (Tema plasmado en la reciente película AVATAR). Mi amigo sentía este dolor profundo, y se hacía cada día más consciente de la gravedad de los hechos, de la realidad de este planeta. Es una pena que a las personas que explotan ambiciosamente la naturaleza y a sus gobernantes no les suceda lo mismo.

Creo que de la misma forma que la civilización Maya y Azteca desapareció del Planeta Tierra, y cuando menos lo esperemos, esta "raza actual" quedará sepultada en el olvido, a no ser que suceda un milagro, un despertar de la conciencia global, en donde cada uno forme un todo con el planeta y así poder trascender esta "edad" que está pasando la humanidad.

lunes, 11 de julio de 2011

EL ESPACIO DEL AMOR. Reedicion

Publicado el 07 de marzo de 2011.

El escritor Gerald Jampolsky dijo que “amar es abandonar el miedo, y que o bien hay temor o bien hay amor.” Si no estamos en el espacio del amor del corazón, es que estamos en el del temor. Todos esos estados de aislamiento, separación, rabia, culpa y soledad forman parte del síndrome del miedo. 

Es preciso entonces que nos alejemos del temor y entremos en el espacio del amor, y hagamos que estar en el amor sea una posición más permanente para nosotros, para nuestra forma de vida, para nuestro entorno. Entonces surge la interrogante ¿cómo hacemos ese cambio o transición del espacio del temor al universo del amor? 


Hay diversas formas de cambiar. ¿Qué hacemos cada día para sentirnos a gusto interiormente con nosotros mismo? Ahora que ya sabemos que no nos conviene culpar a los demás ni sentir que somos unas víctimas. ¿Qué hacemos entonces? ¿Cómo experimentamos la paz en nuestro interior y a nuestro alrededor? Si todavía no lo experimentamos, ¿estamos dispuestos a hacerlo? ¿Estamos dispuestos a empezar a crear armonía y paz en nuestro interior? 

He aquí otras preguntas que es preciso que nos hagamos y considero que son las más importantes: “¿Realmente deseamos cambiar?”. ¿Preferimos continuar lamentándonos por lo que no tenemos en la vida? ¿O verdaderamente deseamos crearnos una vida mucho más maravillosa que la que tenemos ahora? Si estamos dispuestos a cambiar, somos capaces de hacerlo. Si estamos dispuestos a realizar el trabajo que ello supone, entonces sin duda alguna podemos mejorar nuestra vida. Nadie tiene ningún poder sobre tu persona, sobre ti, y esto no puede hacerlo en tu lugar. Somos nosotros mismos quienes tenemos el poder de efectuar el cambio, y es necesario que nosotros lo recordemos a cada momento. 

Recordemos que mantener la paz interior nos conecta con las personas pacíficas que hay en todo el mundo y muy especialmente a nuestro alrededor, en nuestro entorno. La espiritualidad, la paz interna, nos comunica a nivel del alma, a todos los que vivimos en este planeta que llamamos Tierra, y este sentido de espiritualidad cósmica que estamos comenzando a experimentar con el cambio va a ser que el mundo mejore en consecuencia. 

Cuando digo espiritualidad no quiero decir necesariamente “religión”. Las religiones suelen decirnos a quién debemos amar, cómo debemos hacerlo y quién es digno de amor. Para mí, todos somos dignos de amor, todos somos “amables”. La espiritualidad es nuestra conexión directa con la fuente superior y no necesitamos ningún intermediario para eso. Empecemos a comprender que la espiritualidad puede conectarnos a todos en un nivel del alma muy profundo. 

Varias veces al día podemos hacer un alto y preguntarnos “¿Con qué tipo de personas me estoy comunicando actualmente?”. Preguntémonos con regularidad: “¿Qué pienso realmente de estos problemas y situaciones?”, y meditemos sobre ello. Preguntémonos: “¿Qué siento? ¿Qué me parece? ¿Realmente deseo hacer lo que me piden hacer estas personas? ¿Por qué lo hago?”. Examinemos nuestros pensamientos y sentimientos. Seamos sinceros con nosotros mismos. Descubramos lo que pensamos y lo que creemos. No funcionemos con el piloto automático de un avión en pleno vuelo, viviendo rutinariamente, diciendo: “Yo soy así y esto es lo que suelo hacer”. Es conveniente preguntarnos: ¿Por qué lo hacemos? Si todo aquello que hacemos no es una experiencia positiva, sustentadora, descubramos de dónde proviene. ¿Cuándo lo hicimos por primera vez? Una vez que encontramos el origen o proveniencia de nuestras actitudes que no nos permiten gestionar el cambio, sabremos lo que nos conviene hacer. Comuniquémonos con la inteligencia, ese don divino que nos distingue a cada uno de nosotros, ese que llevamos dentro y lograremos encontrar el camino que nos llevará al cambio, a vivir en el espacio del amor.

LA IMPORTANCIA DE LOS AMIGOS. NUESTRAS IMÁGENES EN UN ESPEJO.


Los amigos desarrollan en nosotros nuestras mejores y mayores virtudes potenciales.

Una persona sin amigos corre el riesgo de no llegar jamás a conocerse. Cada amigo es un espejo que nos refracta desde un ángulo distinto, que nos muestra ángulos de nosotros mismos que a veces no logramos detectar. 


Cada amigo crea en nosotros una zona de contacto, un campo propicio para el desarrollo de un determinado tipo de amistad. Es por ello que podemos tener dos amigos íntimos que no lleguen jamás a comprenderse ellos entre sí. 


 
Mas sin embrago, perder un amigo significa muchas veces neutralizar un sector de nuestra propia personalidad. Nuestros verdaderos amigos son un invaluable tesoro.